Los pozos de la artista Cristina Iglesias asoman alrededor del Centro Botín

Vertebrado por la dimensión de lo artístico, a la propia singularidad arquitectónica de la infraestructura cultural y educativa sumará sucesivamente la producción de montajes expositivos ambiciosos y de perfiles internacionales. Una de las señas de identidad permanentes de esa proyección artística reside en la intervención de la artista Cristina Iglesias en el entorno de la edificación: los pozos de agua escultóricos forman parte activa y notoria de su creación.

En la cita inaugural de junio, en la que trabaja el equipo de la Fundación santanderina, se presentará oficialmente la instalación permanente de los cuatro pozos escultóricos y un estanque que Iglesias ha ubicado en diversas zonas del perímetro que integran los dos volúmenes, Este y Oeste, del Centro Botín. En los últimos días se han abordado diversos trabajos y la revisión de detalles destinados a ultimar el montaje de las cavidades que permanecen cubiertas. Cristina Iglesias, Premio Nacional, una de las creadoras españolas con mayor proyección internacional, ha diseñado de manera específica para el entorno del Centro Botín y los propios Jardines de Pereda esta intervención escultórica, configurada por cuatro pozos y un estanque, denominada 'Desde lo subterráneo' (From the underground).

Cubiertos desde hace semanas por tablas y lonas, tres de ellos se ubican a modo de cinturón frente al volumen Este, al pachinko -conjunto de plazas, pasarelas de acero y vidrio que conectan ambas edificaciones-, y en la esquina anexa al volumen Oeste, respectivamente. Un cuarto pozo está colocado en el camino central que, desde el corazón de los Jardines, sirve de enlace entre el Centro y la ciudad. El estanque, finalmente, está situado bajo las escaleras centrales que permiten el acceso a al citado pachinko.

Tal como avanzó el pasado mes Benjamin Weil, director artístico del Centro, la artista vasca impartirá un taller y expondrá su obra en 2018 en Santander dentro de la programa regular de la institución.

Antes, lo ya conocido: la primera exposición en España de Carsten Höller; una exposición de dibujos de Goya en colaboración con el Prado y una selección de la colección de arte de la Fundación Botín. Desde junio, ya abiertos, su presencia estética formara parte intrínseca de ese entorno del Centro en el que la luz y el agua conforman la esencia conceptual planteada por el arquitecto genovés para lo que ya es su primera obra en España.

Vínculo de piezas y paisajes

El agua como instrumento escultórico es uno de los elementos fundamentales de la obra de Iglesias (San Sebastián, 1956). La instalación de los pozos, que vinculan materiales, espacios y paisajes, comenzó en enero de 2016 cuando la construcción del Centro vivía su mayor impulso y acortaba sus plazos.

Las piezas y cavidades sobre el suelo urbanizado, que simulan el flujo de las mareas, no quedarán descubiertas hasta que se inaugure el edificio. Los agujeros de hormigón y la instalación de bombeo de agua formaron parte del proceso de montaje. Un cajón de madera los cubre hasta la apertura.

La idea de la artista se fundamenta en el diseño de cuatro lugares cuyo recorrido entre uno y otro se convierte en la propia escultura. En todas sus creaciones «hay una estrategia de construcción de lugares de silencio y reflexión». Su trabajo se apoya en el dibujo y en la escritura, más la construcción de maquetas. La escultura pública, la intervención en zonas urbanas o en espacios de ocio que conecten a los ciudadanos con la memoria de su cultura, está en el fundamento de sus concepciones.

Iglesias, creadora de las puertas de ampliación del Prado, una vegetación fosilizada en bronce, es autora de marquesinas de alabastro, habitaciones vegetales o celosías de entramados geométricos. Hace casi 25 años comenzó a experimentar con el agua que cubre o desnuda las «raíces, venas, grutas o laberintos» característicos de su obra.