El hombre tranquilo

Decir Miguel, Miguel Campo, es sinónimo de afabilidad, disponibilidad y cercanía. Miguel era "el hombre tranquilo", serio, responsable y conciliador necesario en cualquier equipo de trabajo y en todo grupo de amigos.

Era el compañero por excelencia, que desde su atalaya de la experiencia, veía la vida y analizaba la política con la sobriedad y la pasión racional que da haber vivido cientos de batallas sindicales y políticas.

Miguel siempre estaba ahí para lo que se le pidiese o necesitase, dispuesto con su sonrisa socarrona, a poner su trabajo y esfuerzo al servicio del Partido.

Los que le conocimos, pudimos disfrutar de su "ironía y socarronería" innata, pero además pudimos disfrutar de su cariño. Si, Miguel era un hombre cariñoso y sensible, que amaba y disfrutaba de todo lo que le rodeaba, de sus amigos, de la naturaleza, de las pequeñas grandes cosas cotidianas, y todo ello junto a María, su compañera, su compañera de trabajo y en la vida.

Hoy Miguel, como siempre, una vez más, sin hacer ruido, de improviso nos ha dejado. Nos ha dejado tristes, nos ha dejado el "hombre tranquilo", nos ha dejado una gran persona y mejor compañero.

A Miguel todos los socialistas de Cantabria le echaremos mucho de menos, y su recuerdo estará para siempre entre nosotros.

Te llevas de todos nosotros un fraterno abrazo socialista.