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Enrique Munárriz
Viernes, 9 de junio 2017, 16:24
La batalla interna del PSOE por el control del partido no ha hecho más que empezar. El próximo congreso dentro de dos domingos, donde se ratificará el poder de Pedro Sánchez y se nombrará a su nueva Ejecutiva, será el pistoletazo de una ... carrera por hacerse con los mandos del timón de Bonifaz que amenaza con llevarse por delante a parte de la cúpula actual.
El sector sanchista, que cosechó una contundente victoria del 70% en el proceso de primarias, ha pisado el acelerador y plantará batalla a la actual secretaria general y vicepresidenta regional, Eva Díaz Tezanos, en su intento por ser reelegida a finales de julio. Pero, de momento, sus rivales se guardan el nombre de su candidato bajo la manga. Todo el partido mira de reojo a Pedro Casares, portavoz en el Ayuntamiento de Santander y el hombre fuerte del líder socialista en la región desde hace dos años y, en menor medida, a Pablo Zuluaga, alcalde de Bezana, como posibles aspirantes mientras ellos prefieren mantener las distancias y guardan un llamativo silencio sepulcral al respecto.
El PSOE vivió ayer una jornada de tensa calma. Los teléfonos de los dirigentes de la candidatura oficialista la de la secretaria general y de los alcaldes y afiliados afines a Sánchez no pararon de sonar en toda la jornada buscando respuestas que no acabaron de llegar. Sólo Ramón Ruiz, secretario de Coordinación y Política Institucional del PSOE cántabro y número dos de Díaz Tezanos, salió a dar la cara y dio por hecho que «habría más de una candidatura». Y lo hizo, además, afeando a los críticos que se hayan adueñado de la figura del secretario general, porque lo es de todos los socialistas a nivel nacional y «de toda la federación de Cantabria». Y es que, a pesar de que el propio Ruiz apoyó a Susana Díaz, tras conocer los resultados la misma noche electoral la dirección del partido «cerró filas» con el ganador de los comicios internos.
La cúpula del PSOE jugó las primarias nacionales con esa prudencia que ya se ha convertido en marca de la casa. Mientras los miembros del Gobierno de Cantabria, a excepción de Eva Díaz Tezanos, que se mantuvo neutral en todo momento y fue a los actos de todos los candidatos, se colocaron en torno a Susana Díaz y Patxi López, la mayoría de los regidores y barones locales se decantaron por Sánchez. Ahora el mapa tiene que volver a reconfigurarse en dos posiciones.
Díaz Tezanos tiene a priori la ascendencia entre los cargos públicos del Ejecutivo y mandos del partido que apoyaron a los perdedores. La lealtad de sus consejeros es incuestionable. Ruiz y Juan José Sota, responsable de Economía; Ángel Agudo, presidente del PSC; José Luis Gallo, secretario de Coordinación de Santander; y Judith Pérez, miembro del Comité regional y subdirectora de Protección Social del Icass, que en su momento respaldaron a la andaluza, están a su lado. También se mantienen fieles los diputados Silvia Abascal y Víctor Casal, el senador autonómico Guillermo del Corral y el senador nacional Miguel Ángel González Vega, que anteriormente abanderaron la candidatura del exlehendakari en Cantabria.
En cierta medida porque cuando Díaz Tezanos pactó con Miguel Ángel Revilla en mayo de 2015 su vuelta al Gobierno recolocó en la Administración a todas las voces críticas que se levantaron contra ella en el congreso regional del 2012 en el que se impuso a Francisco Mañanes. La mayoría de este grupo ve con buenos ojos una transición tranquila que pase por una importante renovación de la dirección del PSOE, pero cuya cabeza visible siga siendo la secretaria general. Piensan que una bicefalia entre el secretario general y la Vicepresidencia podría dañar las siglas del partido y sería contraproducente. Creen incluso que Díaz Tezanos es la primera que promoverá cambios y que el anuncio de la candidatura alternativa es sólo una medida de presión a la hora de negociar.
Los sanchistas siguen impulsados por un nutrido grupo de alcaldes, como los de Santa Cruz de Bezana, Los Corrales de Buelna, Cabezón de la Sal, Limpias, Ramales y Cartes, entre otros, además de concejales y secretarios locales que, lejos de esconder su preferencia para el Congreso, se dejaron ver en los encuentros mantenidos con Odón Elorza y Adriana Lastra en los actos públicos.
Todos ellos claman por una renovación, aunque bastantes de ellos integran en estos momentos la misma Ejecutiva y el Comité regional en los que piden hacer cambios. Sin embargo, y es aquí donde se encuentra su talón de Aquiles, este grupo está integrado por muchas sensibilidades. Las primeras fisuras se han visto con las listas al congreso. En las muchas pequeñas federaciones y agrupaciones locales no han sentado bien que la representación sanchista de cara alCongreso Federal en Madrid dentro de dos domingos sólo esté compuesta por alcaldes, concejales y secretarios generales mientras que las bases, a las que tantas veces han hecho mención en campaña y llevaron al líder hasta la victoria, se han quedado sin representación.
Primeros movimientos
Díaz Tezanos ya ha llamado a numerosos secretarios generales para explicarles su decisión de presentarse, como ya avanzó en su rueda de prensa, «para el inicio de una etapa de recuperación de la confianza de los ciudadanos en el PSOE, que siempre ha sido transformador de la realidad española y de Cantabria». Tras admitir que el PSOE lleva «mucho tiempo» en una situación de fractura, Tezanos también les dijo que es «una oportunidad de oro» para abrir un «proceso de unidad».
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