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Un 65,7% de los estudiantes cántabros obtuvo el título de la ESO en el curso 2021-22 con todas las materia superadas, y un ... 26,4% lo hizo con alguna asignatura pendiente. Esos son dos de los porcentajes que se desprenden de la estadística del Ministerio de Educación sobre resultados académicos en enseñanzas no universitarias referido al curso 2021-2022, el último para el que hay datos completos y en el que aún dieron coletazos las medidas anticovid en las aulas. También fue el primero en el que la actual ley educativa, la Lomloe, comenzó a dejar huella en las evaluaciones, si bien, en este sentido, la Lomce permitió mientras estuvo vigente titular en la ESO con un máximo de dos suspensos.
A la luz de la estadística del Ministerio, Cantabria está tres puntos porcentuales por encima de la media nacional (23,3% en el curso 2021-22) en cuanto a alumnos que titulan en la ESO con alguna materia suspensa, una media que también superan Castilla-La Mancha, Extremadura o Canarias. En cualquier caso, casi todas las comunidades autónomas parecen guardar algo de sintonía en este aspecto, y solo se descuelgan País Vasco y Cataluña, cuyos porcentajes en cuanto a la titulación en 4º de la ESO –el curso con el que se cierra esta etapa obligatoria– están por debajo del 20%.
El Ministerio de Educación y FP ofrece cifras en virtud de la titularidad de los centros y también por sexos. De este modo, en los centros públicos, el porcentaje de alumnado cántabro que aprobó 4º de la ESOcon alguna materia pendiente se situó en el 29,9%, mientras que en los privados-concertados la cifra fue del 18,9% (si bien se titula más en los segundos que en los primeros, a razón de un 94,5% en los privados y un 91,1% en los de titularidad pública). Si se atiende al sexo, hace dos cursos, un 69,6% de las alumnas promocionó en 4º de la ESO sin ninguna asignatura pendientes frente al 62% de los alumnos; y un 29% de los estudiantes superó esta etapa con alguna materia suspensa, frente al 23,7% de las estudiantes.
La estadística del Ministerio también revela que la mayor parte de los estudiantes cántabros fue promocionando curso a curso en la ESO hace dos años académicos: un 95,7% en 1º; un 94,4% en 2º; un 90% en 3º, y el mencionado 92,2% en 4º. También es mayor, a lo largo de los cuatro cursos que componen la etapa, el porcentaje de alumnos que los supera con todo aprobado: del 72% de 1º al 65,7% de 4º.
La mayor parte de los estudiantes pasó de curso en la ESO: del 95,7% en 1º al 92,2% en el último año
La media nacional de alumnos que aprobaron la ESO con alguna materia suspensa es del 23,3%
Con la Lomloe, se ha dado un giro más competencial en la educación y los claustros han ganado más peso en la evaluación
En el curso 2021-22, en las aulas cántabras comenzó a implantarse la por entonces nueva ley educativa, la Lomloe –cuyo desarrollo ha sido progresivo y cuyos contenidos curriculares se han introducido, en primer lugar, en los cursos impares, y después en los pares–. Ese año académico, en torno a 9.000 estudiantes matriculados en los cursos finales de la Secundaria –tanto en ESOcomo en Bachillerato– pudieron graduarse conforme a los criterios de una normativa más centrada en la obtención de competencias que en un aprendizaje memorístico. Por entonces, en la ESOse eliminaron las recuperaciones extraordinarias y, además, se retiró el límite de suspensos para superar la etapa.
Con estos cambios, han ganado más peso las decisiones colegiadas de los claustros de los centros educativos. La meta es que los alumnos cumplan con los objetivos de la etapa y son sus profesores quienes valoran, caso a caso, si hay asignaturas suspensas. La Lomloe ha dado un giro más competencial a la educación.
Con la Lomloe, las decisiones colegiadas de los claustros de profesores han ganado más peso en las evaluaciones. «El equipo docente es quien mejor conoce a sus alumnos», indica Norberto García, portavoz de los directores de Secundaria de Cantabria. Son los docentes quienes pueden valorar si la existencia de alguna materia suspensa lastra o no el progreso o el futuro educativo de un alumno. En el caso del IES Montesclaros dirigido por García, se valora el esfuerzo y, ante todo, «que no se abandone la materia –la asistencia, los trabajos y los exámenes–. Eso lo tenemos institucionalizado».
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