307 personas están a la espera de conseguir un amarre en los puertos deportivos cántabros

El que tiene una mayor saturación es el de Santoña. Solo este espacio concentra más de la mitad de la lista de espera que tienen los puertos de Cantabria, con 165 personas esperando lograr una concesión de amarre habitual, 132 de ellas para una embarcación de tipo C, las más pequeñas, que cuentan con una eslora menor de 6 metros. Y eso teniendo en cuenta que no es de los más pequeños de la región, ya que cuenta en la actualidad con 336 puestos destinados a embarcaciones de náutica recreativa y es, por plazas disponibles, el tercero más grande, solo superado por Laredo, con más de un millar de plazas, y por el de Castro Urdiales, que cuenta con 453 puestos de fondeo, según los últimos datos publicados por el Ejecutivo cántabro.

En demanda, le sigue el de San Vicente de la Barquera, con 82 personas en la lista de espera para alguno de los 90 amarres deportivos que tiene el puerto de la localidad occidental; Suances, con 46 solicitantes a la expectativa, y Colindres, con 14. En el caso de Comillas, el Gobierno señala que la apertura del concurso para conseguir una autorización de amarre saldrá publicada «en breve». La última convocatoria pública de asignación de amarres se realizó en el mes de mayo de 2022 para el puerto de Laredo. Entonces, salieron a concurso 162 autorizaciones de amarre. El resto de convocatorias están en espera, y la más próxima en salir adelante parece ser la de Comillas.

El puerto de Laredo es el que sirve para testar cómo ha sido la temporada de verano, a la que todavía le queda un mes por delante, hasta el próximo 30 de septiembre, pero de la que ya se pueden adelantar algunos datos que sirven para concluir, aunque de forma preliminar, que ha habido algo más de movimiento, al menos en el tipo de estancias. Así lo señala la directora general de Aguas y Puertos del Gobierno de Cantabria, María Tejerina, quien apunta que donde sí se acusa un cambio sustancial respecto a temporadas pasadas es en el tiempo de estancia. Si bien hasta ahora era común que las embarcaciones que buscaban un amarre de tránsito lo hicieran durante una noche o dos como mínimo, este año la media «se ha alargado hasta las tres noches».

Lo ha hecho además con un grado de ocupación durante la temporada, que comenzó con el inicio del mes de junio, de cerca del 90% en el caso de los amarres de tránsito, es decir, aquellos que se utilizan de forma temporal para pasar unos días en la localidad. El puerto de Laredo cuenta actualmente con 70 puestos de tránsito, con servicios como vigilancia, agua y electricidad, vestuarios y punto limpio.

El de Laredo se ha mantenido a lo largo de esta temporada estival en una ocupación cercana al 90%, confirma Tejerina. En lo que también ha habido un cambio sustancial ha sido en los días de estancia: frente a la noche o dos noches habituales en temporadas pasadas, desde el Gobierno y los propios gestores del puerto de Laredo apuntan que este verano ha sido habitual ocupar los amarres de tránsito «por tres días». Aquí, las tarifas diarias para la temporada alta, la veraniega, oscilan entre los 14 euros (sin IVA) por día para las embarcaciones de hasta 5,04 metros de eslora hasta los 54,96 euros en el caso de embarcaciones de hasta 20 metros.

Este puerto tiene su importancia, en primer lugar por la capacidad, de 787 puestos de alquiler habitual y los otros 70 de tránsito. En la actualidad, la ocupación de plazas habituales también se acerca al 90%, con «una pequeña lista de espera que se va rotando». Tejerina señala que existen plazas libres que ha habido que reorganizar, ya que «las plazas adjudicadas eran más pequeñas que el tipo de embarcación» que lo iba a ocupar.