Hasta 3.900 euros para los emigrantes que quieran volver de visita a Cantabria

Técnicamente, la orden elaborada por la Consejería de Presidencia, Justicia, Seguridad y Simplificación Administrativa lo que pretende es «favorecer el retorno a Cantabria»de estas personas, pero lo curioso es que no exige a los beneficiarios que retornen al territorio que se queden para siempre. En la práctica, lo que hace es pagar unas vacaciones a quienes cumplan las condiciones que aparecen en la orden. Hasta el punto de que el propio documento recoge que es subvencionable no solo su viaje de ida, también el de vuelta.

¿Qué tiene que ver entonces la intención de las ayudas con su contenido? Según el departamento que dirige la popular Isabel Urrutia, la idea es que la experiencia sirva para animar a los emigrantes cántabros a regresar de manera definitiva en un futuro viaje. Algo así como lograr que se active en su interior un sentimiento de morriña al volver a ver a la familia y los amigos o al pasear por el entorno de la bahía de Santander, los Picos de Europa o las calles de Santillana del Mar.

Cada beneficiario podrá percibir hasta el 100% del coste del viaje –lo que se justifique– porque está incluido, además del desplazamiento en cualquier medio de transportes que no sea el vehículo propio, el alojamiento y los gastos de manutención realizados en establecimientos destinados a la actividad de restauración. El hotel o la casa rural –se supone que también el piso turístico en caso de que esa sea la opción elegida– y las facturas de comidas y cenas. Eso sí, si se acerca hasta Comillas y compra un recuerdo en una tienda de souvenirs, tendrá que pagarlo de su bolsillo.

Sí que existe un límite máximo subvencionable:2.150 euros en el caso de que el solicitante venga solo y 3.900 euros si viene con una persona acompañante. Porque puede venir con acompañante. Esta segunda persona no tiene por qué ser cántabra. Basta con que estén unidos «por matrimonio, unión de hecho o relación análoga, siempre y cuando tengan su residencia en el mismo país que el solicitante y lleven conviviendo por lo menos un año». Para entender las dimensiones de la ayuda, cabe destacar que los turistas extranjeros que visitaron la región durante 2023 gastaron una media de 115 euros diarios y realizaron una pernoctación media de diez noches. Es decir, dejaron 1.150 euros, casi la mitad del gasto máximo subvencionable con esta orden.

Los requisitos que deben cumplir los solicitantes son relativamente sencillos:ser natural de Cantabria, tener nacionalidad española, residir en el extranjero de manera continuada –como mínimo diez años consecutivos–, tener unos ingresos anuales inferiores a 25.200 euros (tres veces el Iprem) y no haber sido beneficiario de una subvención convocada al amparo de estas bases reguladoras en los últimos cinco años.

Esto último tiene una explicación. Aunque la orden como tal es nueva, durante la etapa del bipartito PRC-PSOE existía otra que era muy similar. La principal diferencia era que el viaje tenía que ser, obligatoriamente, a municipios en riesgo de despoblación. De hecho, el diputado regionalista Pedro Hernando cuestionó recientemente por estas ayudas al Gobierno del PPa través de una pregunta escrita y la Consejería confirmó que el último año hubo 23 solicitudes, 19 de ellas aceptadas.

Lo que no dice la nueva orden es cuánto dinero se va a destinar en total a este programa. La Consejería detalla que lo que se ha publicado es una orden de bases de la subvención –el marco general– y, posteriormente, se publicará la orden concreta que convoca las subvenciones para este 2024. Sí se dice que las ayudas se otorgarán «atendiendo a la prelación temporal de la solicitud hasta el agotamiento del crédito presupuestario».

No es obligatorio quedarse, pero si la persona que reciba la ayuda decide finalmente residir ya en Cantabria en lugar de volver a su país de residencia, percibirá una ayuda adicional que se establecerá en esa segunda convocatoria.