Más de 400 espectáculos y actividades componen la programación del Año Jubilar

López Marcano no se limitó a enumerar la larga lista de espectáculos, repartidos por toda la geografía cántabra, que acompañarán a la celebración del Jubileo lebaniego. Ante una audiencia en la que se encontraban compañeros de Gobierno, políticos y autoridades –entre ellos, los regidores de aquella comarca–, representantes de las empresas patrocinadoras, colaboradores en la puesta en marcha de toda la maquinaria jubilar y empresarios, el consejero habló también del esfuerzo de promoción para difundir el acontecimiento, el impacto publicitario, su eco en las redes sociales, la mejora de infraestructuras para dar respuesta a la llegada de visitantes, y del «reto» que se han marcado de alcanzar la cifra de dos millones de peregrinos a Santo Toribio.

Para lograrlo, recordó algunos de los grandes espectáculos ya anunciados, como la actuación del violinista Ara Malikian (15 de abril, en Santo Toribio y Potes), el recital de Josep Carreras y Sabina Puértolas (22 de abril, en Santo Toribio), el espectáculo Dies Festus, de Xarxa Teatre (29 y 30 de abril, en Torrelavega), y el concierto de Muse (4 de julio, en Santander).

Como novedades, Marcano desveló la actuación del cantante Luis Fonsi en Laredo y el espectáculo del artista italiano Valerio Festi en Comillas, una performance de teatro y danza diseñada expresamente para Cantabria y que pondrá el broche final al Año Jubilar.

Reconoció el apoyo del grupo de firmas que están ayudando a sacar adelante todo este amplio menú de actividades –de momento, Banco Santander, Fundación La Caixa, Leche El Buen Pastor, la cervecera Dougall's, Frigo, Alsa y la Universidad Europea del Atlántico–, y reconoció que se mantienen negociaciones otras entidades en busca de más apoyos económicos. Hasta se permitió animar a los indecisos: «No solo recupera el dinero que aporta, sino que recupera mucho más en sus cuentas finales. Sale todo muy rentable».

Según el presidente del Gobierno regional, Miguel Ángel Revilla, con el arranque del Año Jubilar, el próximo 16 de abril, «entramos en un año mágico que nos va a servir para que se hable más de Cantabria. Porque hoy tenemos que vendernos; hay que vender un territorio muy fácil de vender, porque esto solo existe en un lugar del mundo que se llama Liébana y Cantabria». Previamente, Revilla se había remontado hasta el siglo VIII para explicar la génesis de la celebración y los hechos históricos que hicieron de Liébana «el origen de todo lo que somos como nación». «España nace allí», aseguró, insistiendo en las tesis que defienden que Don Pelayo era en realidad un vecino de Cosgaya y que la última refriega de la batalla de Covadonga, momento culminante que supondría el inicio de la Reconquista frente al invasor musulmán, se libró en el monte Subiedes, en Camaleño.

Fue también durante ese siglo, explicó, cuando Beato, otro lebaniego, nacido en Aniezo (Cabezón de Liébana), busco refugio en el monasterio de Santo Toribio, que custodiaba el Lignum Crucis –según la tradición, parte de la cruz de Cristo–. En ese centro religioso, Beato alumbraría sus célebres 'Comentarios al Apocalipsis de San Juan', un manuscrito iluminado en el que «nombra Patrón de España a Santiago».

Toda esta prolija exposición tenía por objeto no solo resaltar la importancia y trascendencia del Año Santo de Liébana, sino también reivindicar la identidad histórica de Cantabria y su papel protagonista en la configuración de lo que hoy es España.