Más de 81.000 cántabros de 50 a 59 años se incorporan a la campaña de revacunación

Este grupo de edad tendrá la posibilidad de recibir la dosis de refuerzo covid, la tercera, que ya se está administrando desde hace semanas a la población general de 60 años en adelante, así como se ha hecho con las personas que viven en residencias, con sanitarios y sociosanitarios, etc.

El Consejo Interterritorial ha validado la propuesta de la Ponencia de Vacunas sobre la dosis de refuerzo para este grupo de edad, siguiendo la máxima de que la actual situación epidemiólogica -con los casos y la incidencia al alza, además de la entrada en el tablero de juego de la variante Ómicron- «obliga a considerar la administración de dosis de recuerdo de vacuna frente al covid a grupos poblaciones más amplios». El objetivo sigue siendo «aumentar la protección» frente al coronavirus.

También recibirán la dosis de refuerzo (con Pfizer) los vacunados con AstraZeneca, menores de 60 años, que tengan la pauta completa. Estos corresponden, básicamente, a trabajadores esenciales que recibieron esta fórmula.

La Ponencia de Vacunas, encargada entre otras cosas de orientar al Ministerio que gestiona Carolina Darias, estudió en un primer momento la posibilidad de administrar una dosis de refuerzo a las personas mayores de 40 años, entre otros. Finalmente, la propuesta se ciñe a las personas de más de 50 años.

España se une así a los países de su entorno que ya adoptaron esta decisión de rebajar la edad de la tercera dosis hace días o incluso semanas, aunque España se queda por encima de otros países. La UE recomendó hace ya tres semanas el tercer pinchazo en los mayores de 40 años. Se trata de una decisión avalada por los laboratorios, que considera que la tercera dosis garantiza la efectividad ante Ómicron.

Otros en cambio disienten de ella. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que antes de pensar en las terceras dosis en los países ricos hay que proteger a las poblaciones del resto del planeta. Mientras el virus siga circulando libremente por este continente, las mutaciones se seguirán produciendo. Y con ellas se mantendrá el riesgo de que una futura cepa se escape al efecto de las vacunas.

La expansión de Ómicron ha obligado a los países europeos a decretar nuevas restricciones. España se agarra a la vacunación y a las medidas no farmacológicas para frenar la sexta ola y a Ómicron y no establecerá, por ahora, más restricciones, a pesar de que el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) avisó este miércoles de que la vacunación «no será suficiente» y solicitó más medidas, como restablecer el uso de las mascarillas o la obligatoriedad del teletrabajo. Sin embargo, Darias argumentó que la situación en España es distinta a la de otros países europeos por el alto porcentaje de vacunados aquí y se limitó a apelar a la «cultura del cuidado».