Abascal: «Revilla está en caída libre, no se puede confiar en un individuo como él»

El acto central de la campaña de Vox en Cantabria tuvo que cambiar de escenario por culpa de la lluvia. De la plaza de Las Atarazanas al Paraninfo de la UC. Banderas de España y de Vox en cada butaca y brazos bien levantados hacia el techo para inmortalizar el momento con los teléfonos móviles. Así fue recibido a coro por los presentes, al grito de «¡Viva España!» y de «¡Presidente, presidente!». Más tranquilo de lo habitual desde la tribuna, Abascal centró gran parte de su discurso en la política local. «Me dicen que Revilla está muy enfadado porque en mi última visita cometí el error de llamar a esta tierra por uno de sus nombres: La Montaña», explicó a sus correligionarios. «Tengo apellido y mis orígenes son de aquí, y me permito la licencia de llamarla Cantabria, La Montaña y Santander», añadió.

Una de las mayores críticas que le hizo es que «Pedro Sánchez gobierna en España también gracias a él». En su opinión, «el Gobierno de Sánchez pacta con los terroristas y asesinos de Bildu y cuenta con la complicidad de Revilla». Después se centró en la política nacional y pidió «poner fin a una España al revés, que está irreconocible».

No sólo Revilla y Pedro Sánchez fueron el centro de las críticas del líder de Vox. También atacó a su expartido, el PP, al que acusó de «ser la España de perfil», de «estar esperando a que pase el tiempo, como la canción de la Puerta de Alcalá, porque no son alternativa, no se puede confiar en ellos».

Abascal intervino precedido de la candidata a la Presidencia de Cantabria, Leticia Díaz, y del candidato a la Alcaldía de Santander, Emilio del Valle. La primera deseó que «podamos decir sin miedo, como yo, que soy mujer, que soy cristiana, que soy madre y que soy de Vox».

El segundo, arremetió contra el candidato regionalista al Ayuntamiento de la capital, Felipe Piña, al que llamó «Piña, 'Repiña' (...), un joven apuesto y simpático, un chico bien que toca la guitarra y que alterna en el Club Marítimo y en el Club de Tenis, pero que representa las políticas caducas de Revilla».