Abascal: «Revilla sólo representa a su vanidad, es un cacique y un demagogo»

Como suele ser habitual en las intervenciones de Abascal –ya lo hizo en la pasada moción de censura–, la primera diana de sus críticas fueron los medios de comunicación y los periodistas, a los que acusó de dar una imagen de Vox que no se corresponde con la realidad, curiosamente mientras sus seguidores soltaban insultos a voces desde el patio de butacas.

Pero fue a Miguel Ángel Revilla al que dedicó la mayor parte de los adjetivos, entre ellos: «cacique, demagogo y mamarracho». «No ha aportado ninguna solución a esta tierra, sólo representa a su vanidad y su única herencia son las patochadas que hace en la televisión», criticó Abascal.

El líder de Vox pareció estar molesto porque el PRC se haya marcado como única línea roja no pactar con ellos tras las elecciones. «No estamos preocupados», le replicó riéndose Abascal, pero al mismo tiempo le reprochó a Revilla que sí se diera la mano con Pablo Iglesias y no con ellos. Hasta el punto de que negó cualquier mérito de Revilla en la autonomía de Cantabria –«lo único que ha hecho toda la vida es estar con el poder»– y recriminarle su «deslealtad con España» al pactar con Pedro Sánchez a cambio de «trenes que no entran en los túneles e infraestructuras deficientes».

Ni una palabra de Abascal al caso de corrupción en Obras Públicas, pero quien sí lo hizo con mucha insistencia fue la candidata de Vox a la presidencia de Cantabria, Leticia Díaz. «Revilla debería haber dimitido ya, bien por incapaz, por no enterarse de nada –lo que no nos creemos– o porque eligió consentir y callar», señaló la exconsejera de Presidencia con el PP y antigua militante del PRC.

Pero no solo le achacó al presidente cántabro su gestión en el caso Obras Públicas, también le recriminó «haber mentido y engañado» aumentado la presión fiscal para nutrir «una red clientelar que lo mantiene en el Gobierno». «No hay derecho a su incompetencia, esto tiene que cambiar», reclamó.

Tanto Abascal como Díaz hicieron mucho hincapié en el «abandono» que sufre el campo por las políticas del PSOE y del propio PRC. «Se piensan que el monte es Cabárceno, no saben cómo viven los ganaderos y el daño que hace el lobo», denunció Abascal. Y aportó como posible solución que algún lobo entre un parque infantil lleno de niños y los «padres progres y su infantilismo urbanita» se den cuenta así del peligro que existe.

Los principales ataques de Abascal fueron, por supuesto, para Pedro Sánchez, aunque también criticó la tibieza del PP y de Feijóo. La famosa 'derechita cobarde'. «El PSOE –dijo– es una plaga, una calamidad, una catástrofe... son una peste para España y quiere acabar con la libertad y la concordia». Pero la prioridad de Vox, matizó Abascal, «no es echar a Sánchez, sino poner España patas arriba para cambiar todas sus políticas».

Por su lado, el diputado y presidente de Vox Cantabria, Emilio del Valle, se centró mucho en la situación en la que se encuentra la capital cántabra, donde será el candidato de su partido a la Alcaldía en las elecciones de mayo. «Santander es hoy una ciudad más sucia e insegura, con una Policía local totalmente abandonada por su alcaldesa», criticó.