Abierta al tráfico la A-67, en un domingo en el que solo Liébana permanece en alerta por nevadas

La temida borrasca Filomena, que ha generado el caos en el centro del país con una nevada histórica, ha pasado de refilón por Cantabria, con nieve en zonas de interior, problemas en las comunicaciones con Madrid y ningún incidente grave. El Centro de Gestión de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria ha coordinado, desde las 07:00 horas y hasta las 19:00 horas, un total de 23 incidencias derivadas de 27 llamadas relativas a la nieve caída en la región. La mayor parte de estas incidencias se corresponden con llamadas para solicitar información sobre vialidad invernal, un total de 16, y otras 7 trámites relativos a movilidad de vehículos interrumpida como consecuencia de la nieve. A las siete de la tarde únicamente estaba activada la alerta amarilla por nieve en Liébana, vigente hasta las 10:00 horas mañana, donde se esperan precipitaciones en forma de nieve a partir de 600 metros con acumulaciones de hasta 12 centímetros en 24 horas.

En cualquier caso, las autoridades recomienda seguir extremando la precaución ya que la próxima semana la notable bajada de temperaturas tendrá como consecuencia la formación de placas de hielo.

Este domingo ha amanecido con la autovía A-67 abierta para todo tipo de vehículos. Desde el mediodía se ha eliminado hasta el aviso de 'nivel verde' entre Molledo y Mataporquera (se puede circular con precaución). Según la DGT, al igual que en la carretera N-611 entre los mismos puntos ha mejorado la situación y no hay advertencia alguna para circular en dirección a la Meseta en territorio cántabro.

La mejoría del tiempo ha permitido a muchas familias salir a disfrutar de la nieve. En el Alto del Caracol, por ejemplo, eran decenas los coches aparcados este mediodía en el margen de la carretera de este paso de montaña que une los valles cántabros de Miera y Pisueña. Muchos procedían de las villas pasiegas, que subieron a esta cima con trineos y bien preparados para pasar un rato divertido.

Hoy están intransitables los puertos de Palombera, La Sía, Estacas de Trueba y Lunada, y se precisan cadenas para circular por una docena de carreteras, según informa la Consejería de Obras Públicas en la web carreterasdecantabria.es.

Las alertas disminuyen de intensidad y se observa una mejoría del tiempo (pinchando aquí, los avisos actualizados al momento). Ahora mismo solo en Liébana hay un aviso amarillo por nevadas, vigente hasta mañana por la mañana, por acumulaciones de 12 centímetros a cualquier cota. En el resto del territorio cántabro, no hay alertas meteorológicas para esta jornada. La próxima medianoche se activa la alerta amarilla por bajas temperaturas en la Cantabria del Ebro, donde podrían registrarse -6º, un aviso que permanecerá hasta mañana por la mañana.

En cuanto a las comunicaciones con Madrid, la suspensión del servicio ferroviario ha finalizado a las dos de la tarde. El Gobierno central ha comunicado que ya pueden circular trenes desde la capital del país, pero se mantiene el cierre del aeropuerto madrileño.

Hoy, en Cantrabria, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé precipitaciones generalizadas, menos probables e intensas por la tarde, cuando quedarán limitadas a las zonas de montaña, y que serán de nieve de madrugada a cualquier cota, ascendiendo después a 400-600 metros.

Las temperaturas experimentan cambios ligeros predominando los aumentos, más acusado el de las mínimas de las zonas de montaña. Hay heladas débiles en el interior, más intensas en zonas altas. En el litoral, vientos del nordeste girando a norte. En el interior, vientos flojos de componente norte.

Temperaturas mínimas y máximas previstas: Cabezón de la Sal, 3 y 7 grados; Castro Urdiales, 4 y 8; Potes, -1 y 4; Reinosa, 0 y 1; San Vicente de la Barquera, 4 y 8; Santander, 5 y 9, y Torrelavega, 3 y 7.

La semana que viene las temperaturas seguirán siendo algo bajas en Cantabria -no tanto como estos días-, lo que evitará un deshielo rápido que pueda provocar inundaciones.