La apertura de un tramo del ramal Oviedo-Palencia saca del letargo a la obra del nudo de Torrelavega

La apertura del nuevo ramal se produjo tras concluir una actuaciones que han incluido la construcción tanto de 3.450 metros cuadrados de muros de suelo reforzado y muros de escollera como de dos nuevas estructuras, a la que se ha sumado la ampliación de dos pasos inferiores existentes, el encauzamiento del arroyo Tronquerías y la remodelación del sistema de drenaje del enlace, entre otras operaciones.

Además de su significado en el contexto del avance del propio proyecto, la puesta en marcha de este tramo, que también servirá para canalizar el tráfico Santander-Palencia hasta que se produzca la apertura definitiva del ramal de continuidad, supone una significativa mejora de la fluidez del tráfico en el nudo de Torrelavega, lo que implicará tanto un ahorro de tiempo para los usuarios como una mayor seguridad vial en este recorrido.

Además, en el aspecto organizativo, el nuevo tramo permite liberar el ramal actual, gracias a lo cual la empresa contratista –los trabajos corren a cargo de la UTE que forman Vías y Construcciones (una filial de ACS) y la cántabra SIEC– puede continuar con las obras previstas en el interior del enlace. Un avance de las actuaciones que se enmarca dentro del plan previsto, que, de cumplirse tras las dos modificaciones anteriores del proyecto, permitirán concluir las obras en el verano de 2025, siete años después de su inicio en 2018. Un horizonte que supondría la mejora definitiva de uno de los itinerarios más congestionados de toda la red viaria de Cantabria, en la que sus 55.000 usuarios diarios tienen que soportar habitualmente tanto atascos como, debido a las obras, cortes y desvíos.

En el caso de este tramo en concreto, su apertura implica el final del corte del acceso a la A-67 en Sierrapando establecido hace seis semanas, durante las cuales los conductores que querían incorporarse a la autovía en dirección a Palencia no podían acceder a ella por la zona de Los Ochos.

La puesta en marcha del nuevo ramal es el primer avance 'palpable' de unas obra que muchos cántabros califican de interminables tras los cambios y retrasos sufridos por el proyecto en sus seis años de desarrollo, que suponen el doble de los previstos. Licitado en 2018 por el Ministerio de Fomento, al frente del cual se encontraba el exalcalde de Santander, Íñigo de la Serna, desde entonces la ambiciosa transformación de esta infraestructura fundamental se ha enfrentado a numerosos problemas y contratiempos. El actual Gobierno, que se ha encargado del desarrollo de las obras prácticamente en su totalidad, achaca el retraso acumulado a las actuaciones de urgencia, a un problema con las expropiaciones y a haber heredado un calendario de finalización «erróneo».

En su visita, el ministro Óscar Puente vinculó los retrasos, entre otras causas, con la «complejidad técnica» del proyecto, una circunstancia provocada porque las obras se desarrollan sobre el enlace previo de Sierrapando y a que debido a las características de la vía las actuaciones se ha tenido que llevar a cabo sin cortar el tráfico. Se trata, según destacó el pasado viernes el titular de Transportes, de «una de las obras más complejas en ejecución de la Red de Carreteras del Estado y de las más caras por metro construido». El nuevo ramal es el reflejo más evidente del impulso que han recibido las actuaciones en los últimos meses, pero no el único. Otro de ellos es el falso túnel que facilitará la conexión Sierrapando-Requejada, cuya estructura ya es claramente visible al pasar por la zona. Deberá estar acabado en octubre para proceder entonces con su impermeabilización y su posterior cubrición con tierras.