El acceso «ilimitado» a internet pone en riesgo a los menores

La AEPD, por un lado, reclama que se regule el uso de dispositivos tecnológicos y el acceso a internet entre los menores. España lo argumentó con una retahíla de datos y situaciones ciertamente inquietantes: casi la mitad de los adolescentes usan el móvil «más de seis horas al día» y muchos acuden a clase «muchas veces sin dormir»; una de cada cinco familias entrega un móvil a sus hijos «sin ningún tipo de control parental» y, a modo de consecuencia, la edad media de acceso a la pornografía está en 9 años. Darle un móvil con «acceso ilimitado a internet» a un menor de 9 años «es lo mismo que darle un Ferrari, a 200 kilómetros por hora, a una persona sin carné de conducir», ejemplificó España.

La titular de la AEPD hizo especial hincapié en la educación. Si lo que recomienza la Asociación Española de Pediatría es que los menores de 5 a 9 años pasen un máximo de dos horas frente a las pantallas, con una enseñanza muy digitalizada se puede rebasar ese límite. «Quiero hacer un llamamiento a todas las administraciones educativas para que valoren y regulen el uso de los dispositivos electrónicos en las aulas», pidió España.

Además, la AEPD considera fundamental que Sanidad y Educación tomen medidas de prevención y tratamiento de una adicción tecnológica en menores que, además de «daño en la salud mental», implica una «monetización de sus datos» y la exposición a delitos como el 'sexting' o 'grooming'. La Agencia ya coordina un grupo de trabajo para prevenir esa adicción y lanzará en breve un sistema para verificar la mayoría de edad cuando en el acceso a internet. «Igual que si yo voy a comprar con 10 años y nadie me vende un paquete de tabaco o una botella de vodka, si quiero acceder al porno con 10 años tampoco se debería», expuso España, que recordó la creación de una Autoridad Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial que se coordinará con la AEPD.

España también hizo un llamamiento al futuro Gobierno que salga de las urnas tras el 23J para que amplíe el presupuesto de la Agencia en 2024. La «carga del trabajo» que soporta la ha puesto «al borde del colapso» y las reclamaciones recibidas han crecido más del 80% en dos años y son «tremendamente complejas y transfronterizas». «La Agencia está al límite, casi más allá ya del límite saludable», avisó España.