Un camión siniestrado en la A-8 en Castro obliga a cortar la vía durante cuatro horas

El accidente que esta tarde ha provocado un camión cruzado en la autovía A-8, a la altura de Castro Urdiales, ha resultado más aparatoso que grave. No hubo que lamentar heridos, porque el conductor del vehículo resultó ileso, y no hubo tampoco más automóviles implicados. Lo que sí provocó el siniestro fue el corte total de la carretera en ese punto, el kilómetro 147, justo a la entrada este de Castro Urdiales. «Lo bueno que ha tenido todo es que, como todo ha sucedido tan cerca del acceso a la ciudad, hemos podido derivar el tráfico muy bien por la entrada. En ese sentido ha habido suerte», informó José Miguel Tolosa, responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Cantabria.

La incidencia provocó retenciones kilométricas que llegaron hasta la localidad de Santullán. En el acceso a Castro Urdiales, dos policías locales distribuyeron el tráfico en la rotonda de entrada porque los atascos se crearon también en la salida de la localidad, la incorporación a la A-8.

La Guardia Civil supervisó la llegada de los efectivos de Mantenimiento de Carreteras, que se afanaron en limpiar la calzada de los líquidos vertidos por el camión. Fundamentalmente aceite y algo de combustible que de derramó tras el golpe del trailer contra el guardarrail, que quedó completamente doblado y derribado hacia el terraplén sobre el que transcurre la calzada en ese punto.

Los vecinos de los pisos la urbanización Brazomar se acercaron a la carretera para ver lo sucedido. «A veces los coches y también los camiones bajan con mucha velocidad y los días de lluvia pueden formarse balsas de agua. Igual es lo que ha pasado», especulaba uno de los curiosos que contemplaron el siniestro desde la lejanía. «Tiene pinta de que se le ha ido hacia la derecha, que a veces les pasa, y se ha dado el golpe contra la bionda», añadió otro.

Hacia las cinco de la tarde eran muchos los camiones que avanzaban lentamente en el atasco provocado por la desviación hacia la salida a Castro Urdiales y entre tanto una grúa llegó al lugar para remolcar el camión. El camionero ayudó a los operarios de la grúa a separar el semirremolque de la cabeza tractora para llevarse ambas partes por separado. Y mientras los trabajadores de mantenimiento de carreteras barrían la zona para limpiar el asfalto, y retiraban algunos restos de las defensas del camión que se habían desprendido tras el golpe, la Guardia Civil comenzó a preparar la reapertura de la calzada.

Eran las seis de la tarde cuando la vía quedó despejada y la Guardia Civil dio el aviso para la apertura inminente del tráfico. Mantenimiento de Carreteras colocó unos conos para acordonar el espacio, donde todavía había arena sobre el asfalto, y los coches comenzaron a circular por el carril izquierdo a las 18.20 horas, cuatro horas después de que el camión se accidentara. A partir de esa hora la circulación recuperó la normalidad.

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