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El conductor de un camión hormigonera articulado, de 59 años de edad y vecino de Valdecilla (Medio Cudeyo), falleció este lunes al mediodía tras salirse del ramal que conecta la autovía S-30 con la A-67 en sentido Santander, a la altura de la ... localidad de Cacicedo de Camargo. F. J. R. G., chófer de la empresa ubicada en Solares Hormigones, Áridos y Obras Manuel Gómez Lloreda, volcó sobre la cuneta de la A-67 y quedó atrapado en el interior de la cabina poco antes de incendiarse. Los automovilistas que se detuvieron para socorrerle no pudieron hacer nada por su vida. «Lo vimos dentro, pero en cuanto comenzaron las llamas tuvimos que salir corriendo. Fue imposible hacer más», relata Juan José Salgado, testigo que a las doce y cuarto del mediodía conducía hacia Santander y se topó con el camión siniestrado. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron numerosos efectivos de la Guardia Civil de Tráfico, Bomberos de Santander, operarios de mantenimiento de Carreteras del Estado y servicios sanitarios del 061 –estos últimos sólo pudieron constatar su fallecimiento–.
Se desconocen las causas del accidente y el motivo por el que el conductor perdió el control del vehículo. La zona en la que se registró el siniestro es la vía de incorporación de la S-30 con la A-67. Un ramal ligeramente en curva y elevado que hay entre Cacicedo de Camargo y la capital cántabra. Además, el camión no dejó rastro de frenada en el asfalto, por lo que todo apunta a que impactó directamente contra las biondas de protección que, debido a la altura del conjunto, no pudieron impedir que acabara volcando sobre la cuneta de la A-67 tras caer por el terraplén. De hecho, la cabina quedó girada en sentido contrario, hacia Torrelavega.
Los servicios de emergencia no tardaron en llegar al lugar de los hechos. Agentes de la Guardia Civil comenzaron a rodear el perímetro de la autovía con conos, con ayuda del servicio de mantenimiento de Carreteras, con lo que uno de los dos carriles tuvo que ser cortado al tráfico durante varias horas. Los bomberos, por su parte, se emplearon a fondo con las tareas de excarcelación. Con ayuda de motosierras de metal consiguieron liberar al conductor casi dos horas después del accidente.
El siniestro causó retenciones hasta la altura de Bezana, en parte motivadas porque los automovilistas curiosos aminoraban la velocidad a la altura del camión volcado. También se desplazó una potente grúa de gran tonelaje para tratar dar la vuelta a la cabina de la hormigonera y a la cuba del remolque y así dejar expédita la cuneta de la A-67, unas labores que se extendieron hasta la tarde.
El sonido del vuelco del camión hormigonera se dejó sentir en la zona anexa a la conexión de las dos autovías, donde hay varios negocios. «Escuchamos un gran golpe y creímos que se había caído algo dentro de la nave», señalaron a El Diario Montañés trabajadores de Jardines Santander, la empresa ubicada en lo alto del terraplén donde se registró el siniestro. «Salimos rápidamente al escuchar las sirenas y ya vimos el camión volcado y en llamas. Es una auténtica lástima», señalaron.
Una de las primeras reacciones tras conocerse la noticia llegó del sindicato UGT, que lamentó la muerte del conductor que supone, según los datos del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud, la novena víctima mortal por accidente laboral, que además es la tercera en el sector del transporte, a lo largo de este año. El sindicato, tras lamentar el accidente y trasladar las condolencias a la familia, lamentó que «las cifras de accidentes de trabajo, especialmente los mortales y los graves, no cesan de crecer en Cantabria hasta el extremo de que a estas alturas de 2023 se superan máximos históricos».
UGT insistió en que viene reclamando «desde hace tiempo» una «mayor labor inspectora de la Administración y un mayor cumplimiento de la normativa legal vigente, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y sus respectivos reglamentos de desarrollo». Además, recuerda que «recientemente se aprobó la nueva Estrategia Cántabra de Seguridad y Salud en el Trabajo», una vieja reivindicación del sindicato «que ahora exigimos que se ponga en marcha cuanto antes porque la evolución de la siniestralidad laboral en los últimos años es inaceptable».
Gómez Lloreda, Áridos, Hormigones y Obras, empresa para la que trabajaba F. J. R. G., es muy conocida en el sector y tiene su sede en la cantera de El Castillo, en Medio Cudeyo, a solo un kilómetro del núcleo urbano de Solares. Una explotación que fue fundada por Manuel Gómez Lloreda hace 57 años.
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