El acuerdo alcanzado por el Gobierno y Junts reactiva los descuentos en los transportes de Cantabria

Bloqueada apenas una semana, la gratuidad de los viajes en los trenes de Cercanías de Cantabria fue un compromiso adquirido por el Gobierno de España con los de Cantabria y Asturias para compensar en cierto modo el malestar de estas dos comunidades autónomas al conocerse que los trenes destinados a sus respectivas redes de Cercanías, máquinas que estaban en fase de diseño, no cabían por los túneles que debían atravesar. Una chapuza de dimensiones catedralicias por la que llegaron a rodar cabezas.

Aquel compromiso lo firmaron de su puño y letra la entonces ministra Raquel Sánchez y los presidentes autonómicos de Cantabria y Asturias en aquel tiempo, Miguel Ángel Revilla y Adrián Barbón, que consiguieron arrancar de la primera que esa gratuidad se extendiera en ambos territorios hasta que llegaran los nuevos trenes en 2027.

En ese lecho descansaba plácido el acuerdo cuando, el miércoles pasado, PP, Vox y Junts tumbaron en el Congreso de los Diputados el decreto 'ómnibus' llevado por el Gobierno de España para su aprobación en la Cámara y por el que se regulaban los descuentos en los transportes públicos y, también, la gratuidad de los viajes en los trenes de Cercanías cántabros y asturianos en base al acuerdo alcanzado va a hacer ahora dos años.

El 'no' al decreto y sus consecuencias –el fin de las bonificaciones en el transporte público y de la gratuidad de los Cercanías– puso entonces en pie de guerra a los usuarios de estos servicios, que este martes concedieron una tregua al conocerse que el transporte público volverá a tener descuentos y los trenes de Cercanías volverán a ser gratis.

Una noticia que interesa a los viajeros, que son los más afectados, y de la que los partidos políticos, como manda ya la costumbre, tienen visiones bifrontes.

Así por ejemplo, la delegada del Gobierno en Cantabria, la socialista Eugenia Gómez de Diego, se ha felicitado por «un acuerdo alcanzado entre el Gobierno de España y los grupos parlamentarios que permite que las medidas sociales inicialmente bloqueadas en el Congreso puedan salir adelante».

En un comunicado de prensa, la delegada regional ha recordado que, además de la gratuidad de los viajes en los trenes de Cercanías, «el nuevo decreto incluye otras medidas sociales que son importantes para miles de cántabros, como la revalorización de las pensiones en un 2,8% de media, las bonificaciones al transporte público por carretera y servicios Avant por ferrocarril, así como el bono social para personas vulnerables o en riesgo de exclusión social, entre otras».

Estas, y otras contempladas, «son medidas que mejoran la calidad de vida de las personas y que resultan necesarias y buenas para que España siga liderando el crecimiento económico y la creación de empleo en Europa», ha subrayado Gómez de Diego, quien ha lanzando un mensaje contundente en relación con el bloqueo inicial de estas medidas: «Queda claro que el proyecto político de la coalición negacionista PP-Vox es boicotear cualquier avance social que beneficie a la mayoría. Afortunadamente, el Gobierno de España ha trabajado sin descanso para revertir esta situación y garantizar que los cántabros no se queden sin estos recursos esenciales».

Por último, Gómez de Diego ha destacado «el esfuerzo del Ejecutivo central desarrollando políticas que impulsan la economía y el empleo, defienden a las clases medias y trabajadoras y protegen a los colectivos vulnerables». Este es, a su manera de entender, «el Gobierno de la gente», un Gobierno «que cumple sus compromisos con Cantabria».

No es lo que piensa el consejero de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, el popular Roberto Media, para quien la aprobación de este nuevo decreto «solo demuestra que lo que dijo Pedro Sánchez, eso de que no se podía trocear, era mentira». Para él, la norma «no se podía trocear hasta que alguien le dijo desde Waterloo que sí, que sí se podía trocear». Es por eso por lo que Media exige a Eugenia Gómez de Diego y al resto de socialistas cántabros «que pidan perdón a los ciudadanos de esta región» y que «dejen de reírse de ellos de una vez» porque «ya se ha visto que las cosas que ellos decían que eran imposibles al final resulta que eran posibles».