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Miércoles, 29 de agosto 2018, 12:08
La reunión entre la Consejería de Educación y la Junta de Personal Docente para determinar los servicios mínimos para la huelga del primer día de clae -el 7 de septiembre- ha terminado sin acuerdo. Así lo han confirmado a Europa Press fuentes sindicales, que han ... explicado que el Gobierno regional mantiene los servicios mínimos que había propuesto, que los profesores consideran «absolutamete abusivos». La Consejería, sin embargo, ha defendido que los servicios mínimos propuestos permitirán «garantizar el servicio educativo, puesto que se trata de un servicio público esencial», así como asegurar que los niños «tengan asegurado su derecho fundamental a la educación y a la asistencia a los centros educativos públicos».
Desde la Junta critican que se haya incluído «por primera vez en la enseñanza en Cantabria» a profesorado que no forma parte de los equipos directivos, en los centros de Infantil y Primaria de más de 300 alumnos.
Según la propuesta de decreto de servicios mínimos que ha remitido la Consejería a la Junta de Personal Docente, los centros educativos públicos no universitarios de Cantabria permanecerán abiertos durante la jornada de huelga convocada.
La propuesta de decreto prevé unos servicios mínimos con personal docente en centros a partir de 300-400 alumnos, caso en el que estarán el equipo directivo y uno docente.
A partir de 400-500 alumnos los servicios mínimos lo formarán el equipo directivo y dos docentes; con 500-600 alumnos, el equipo directivo y tres docentes; y con 600-700, el equipo directivo y cuatro docentes. En colegios con 700-800 alumnos, los servicios mínimos serán el equipo directivo y cinco docentes; y con 800-900, el equipo directivo con seis docentes.
La propuesta de decreto establece que la asignación como servicio mínimo de los docentes que no formen parte del equipo directivo se realizará en el caso de que sean funcionarios de carrera en base al criterio de antigüedad en el centro. En el caso de interinos, la asignación se hará en función del mayor número de años prestados en el cuerpo.
La presidenta de la Junta de Personal Docente, Patricia Ruiloba (STEC), ha explicado que, en la reunión, la Consejería ha propuesto que la designación de los docentes se decidiera en claustro de profesores, una propuesta que los sindicatos consideran «inaceptable» ya que supone, según señalan, que cada docente diga con previo aviso si prevé o no secundar esta protesta, convocada para exigir que se mantenga como hasta ahora la jornada reducida de septiembre y junio. Ruiloba ha señalado que «ni en la época más conservadora» en la Consejería se han escuchado propuestas de este tipo.
A su juicio, con los servicios mínimos planteados, la Consejería trata de «boicotear» la huelga después de que anteriores protestas por el mismo asunto a finales del curso pasado hayan resultado «muy numerosas».
También la representante de CC OO, Conchi Sánchez, ha opinado que se trata de una propuesta que «no tiene sentido» porque supone «adulterar» la huelga porque los docenten tienen que «significarse» antes de la jornada de protesta.
En este sentido, Ruiloba y Sánchez han explicado que los sindicatos consultarán a sus servicios jurídicos porque «dudan» de la legalidad del decreto de servicios mínimos -cuya publicación por parte de la Consejería esperan que sea inminente-. Además, creen que podría «vulnerar el derecho a la huelga». Por su parte, el director general de Personal Docente y Ordenación Académica del Gobierno, César de Cos, ha lamentado que no se haya llegado a un acuerdo.
La propuesta de servicios mínimos ha tenido en cuenta, según la Consejería, las demandas trasladadas desde una parte importante de los equipos directivos a la dirección general, que pedían que se atendieran las especificidades de sus centros y, por tanto, la necesidad de elaborar un criterio que permita prestar el servicio educativo en igualdad de condiciones en todos los colegios de Cantabria. Todo ello con independencia del número de alumnos escolarizados, de las características específicas de los mismos y de las particularidades del propio centro educativo, precisa.
Desde la Consejería se considera que los equipos directivos «también son docentes» y, hasta el momento, en estas jornadas «han venido sufriendo las dificultades de no haberse planteado nunca una propuesta que les tuviese en cuenta» y que permitiese atender a los niños, a la vez que realizar su trabajo «en condiciones dignas».
El consejero de Educación, Francisco Fernández Mañanes, ha lamentado, a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa posterior a la reunión, que los sindicatos no hayan aceptado los servicios mínimos, «como ha venido siendo pauta en todas y cada una de las jornadas de huelga convocadas».
De ahí, ha añadido, que no ha habido acuerdo «como en todas las anteriores ocasiones», lo que a su juicio «no es una noticia», ya que la postura sindical es «el rechazo ya un poco automatizado».
No obstante, ha argumentado que para la Consejería es «fundamental garantizar un servicio público esencial» como es la educación y hacerlo en «debidas condiciones», ya que hay centros con «elevado número de alumnos» a los que «sólo el equipo directivo no puede atender».
Por último, ha explicado que en algunos colegios hay niños de «muy corta edad» que requieren «una mayor atención» y un cuidado «más especial», así como los de los centros de educación especial, que «no tienen muchos alumnos», pero éstos requieren una atención «permanente y total». «No podemos aplicar la misma regla de servicios mínimos a un centro ordinario que a un centro de educación especial», ha concluido.
Asimismo, el borrador contempla que cuando el centro cuente con aulas externas, fuera del recinto principal o en otra localidad, el número de efectivos de servicios mínimos se incrementará con un docente más por cada emplazamiento. Igualmente, los centros de educación especial se equipararán a los centros con entre 800 y 900 alumnos, dado la especificidad del alumnado.
Por este motivo, la Consejería señala que «en ningún caso esta propuesta supone un ataque al derecho a la huelga, como invoca la Junta de Personal, sino que en todo caso es un ejercicio de responsabilidad por y para la escuela pública, puesto que ambos derechos pueden convivir con los servicios mínimos propuestos y que afectará a un muy reducido porcentaje de los docentes, tal y como sucede en otros ámbitos laborales que también se caracterizan por ser un servicio público esencial».
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