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Estaba casi cantado que no iba a haber consenso en la mesa sectorial de Sanidad sobre el acuerdo para reactivar la actividad extraordinaria (peonadas) y reducir así las listas de espera. No sentó nada bien a las organizaciones sindicales que la negociación se hubiera ... hecho por adelantado con el Sindicato Médico. Así que la cosa empezó mal de entrada. Y descubrir, la semana pasada, que había un segundo borrador en el que tampoco habían participado el resto de sindicatos con representación en dicho foro de negociación –CC OO, UGT, CSIF, Satse y ATI– no lo mejoró.
Aún así, el Servicio Cántabro de Salud aún confiaba en sumar apoyos en la reunión convocada esta mañana. Pero sólo CSIF avaló el acuerdo pactado con el Sindicato Médico, que contempla una subida salarial del 20% para los facultativos y resto de categorías que realizan actividad quirúrgica, determinadas pruebas diagnósticas y consultas por las tardes. Un cambio de postura favorecido por la «garantía de continuidad: tiene una vigencia hasta diciembre de 2027 y estará sujeto a las revisiones anuales del resto de complementos retributivos». Además, la Administración se ha comprometido a no derivar operaciones a centros concertados mientras haya capacidad de desarrollarlas en la pública.
Sin embargo, para el sindicato de Enfermería (Satse), la negociación «ha sido un paripé, hemos sido convidados de piedra», puesto que «no se han tenido en cuenta nuestras propuestas»: pedían un 70% de lo que cobra el médico, y se tienen que conformar con un 55%, y compensar aquellos servicios que se ven sometidos a un sobreesfuerzo ante la imposibilidad de reforzar las plantillas, caso de Reanimación y Hospitalización. «Consideramos que la enfermería es una categoría deficitaria y poco retribuida», añaden desde Satse. En consecuencia, se niegan a firmar el documento –igual que CC OO, UGT y ATI– que la Consejería llevará al consejo de gobierno de esta semana.
Por su parte, UGT opina que «supone una clara mejora para el personal facultativo pero no tiene en cuenta la de todas las categorías profesionales en la Atención Primaria y en la Atención Hospitalaria». Por eso, apuesta por acuerdos que mejoren las condiciones laborales y remunerativas «de todas las categorías profesionales, no de unas sí y de otras no». A su juicio, «es un acuerdo diseñado para los médicos y en el que colateralmente pueden salir mínimamente retribuidos algunos otros profesionales que realicen peonadas».
El sindicato advierte que «se está sobrecargando al resto del personal de los diferentes servicios, que se satura y quema». De ahí que su propuesta implicara una modificación del porcentaje de las retribuciones en función de las remuneraciones médicas, lo que suponía un 86% para enfermería, un 42% para auxiliares de enfermería y un 28% para los celadores. Pero en el programa acordado «esos porcentajes disminuyen hasta un 16% en enfermería, un 6% en auxiliares de enfermería y un 3,9% en los celadores sobre el 20% aplicado a los facultativos».
CC OO tampoco ha avalado el documento porque apuesta por «la creación de empleo en lugar de la realización de horas extraordinarias». En este caso, aunque reconoce que las listas de espera «son un problema y hay que dar una solución» a los ciudadanos, defiende que se podría hacer apostando por desarrollar la actividad en los hospitales por la mañana y por la tarde de forma ordinaria.
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