El acuerdo en el Senado abre la puerta a rebajar la protección del lobo

El lobo está más cerca que nunca de salir del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). Es una realidad que cada día va ganando más peso, principalmente por tres motivos: la aprobación de la Comisión Europea de reducir el nivel de protección de esta especie; la moción presentada por el PP en el Senado que se aprobó gracias al apoyo, entre otros, de socios del Gobierno (Junts y PNV); y la posibilidad de que el PSOE se abra a negociar la rebaja de la protección cuando tenga datos recientes y actualizados de la población del cánido.

Este pasado miércoles, en el Senado se aprobó una moción popular en la que se instó al Gobierno a excluir del Lespre a las poblaciones del lobo al norte del río Duero –parte de Castilla y León, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra y La Rioja–. La enmienda también incluyó que la estrategia española de conservación del cánido se adecue a los censos actuales, así como una batería de enmiendas en la Ley de Desperdicio Alimentario para retirar la protección de este animal. En la votación en la Cámara Alta, los populares se vieron apoyados por PNV, Junts, Vox y Unión del Pueblo Navarro (UPN), con un total de 156 votos a favor, mientras que EH Bildu, ERC, Geroa Bai y Agrupación Socialista Gomera se inclinaron por la abstención. Frente a ello, los 92 votos en contra de PSOE, BNG, Compromís y Más Madrid.

El resultado que deja esta moción es que el PP consiguió sacarla adelante con el apoyo de otros grupos parlamentarios, entre los que se encuentra el PNV y Junts. Por lo tanto, si estos mantienen la misma coherencia de voto en el Congreso de los Diputados, estas enmiendas serían incluidas definitivamente en la ley. Este hecho podría producirse en el Pleno del Congreso del próximo jueves, ya que en la reunión del pasado lunes la Mesa de la Cámara Baja incluyó en el orden del día de la próxima semana la votación de las enmiendas a la Ley de Desperdicio Alimentario.

Mientras tanto, el PSOE está a la espera de que esta moción reciba el visto bueno definitivo del Congreso, que podrá levantar las enmiendas votadas en el Senado. También cabe aclarar que esta moción es solo una petición al Gobierno, por tanto, pese a que esta cuente con la mayoría del Senado y del Congreso, la última palabra la tiene en cualquier caso el Ejecutivo de Pedro Sánchez. El PSOE, aunque no apoyó el miércoles la enmienda popular en el Senado, sí se abrió por primera vez a negociar la protección del lobo cuando tenga datos recientes y actualizados de la población de este animal en todas las comunidades autónomas. Según señaló la senadora socialista Concha Andreu durante el debate de la moción presentada por el PP, una vez el PSOE tenga esa información verá si es necesario o no modificar el estatus de protección del lobo. Para Andreu, su partido «siempre ha defendido la modificación del estatus de protección del lobo en función de datos técnicos y científicos». «En estas estamos, esperando. A lo mejor hay que cambiar el estatus o a lo mejor no», añadió.

La moción popular viene como respuesta a la aprobación por parte de la Comisión Europea de la reducción del nivel de protección del lobo en la normativa comunitaria y alinearla con el nuevo estatus adoptado en el Convenio de Berna, rebajado a petición de la UE ante la recuperación de las poblaciones y el incremento de ataques al ganado. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que la «concentración de manadas de lobos en algunas regiones de Europa se ha convertido en un peligro real, especialmente para el ganado». Como resultado de estas palabras, el Ejecutivo comunitario dio luz verde a que el cánido pasase de estar catalogado como «estrictamente protegido» a solo «protegido», lo que «otorgará a los Estados miembros la flexibilidad necesaria para gestionar sus poblaciones de lobos».

Por su parte, la consejera de Ganadería del Gobierno de Cantabria, María Jesús Susinos (PP), espera que se mantenga en el Congreso de los Diputados la «coherencia» de votos del Senado. Según añadió ayer, «la coherencia nos dice que si este pasado miércoles ha habido una votación en el Senado y unos grupos políticos han votado en un sentido, el próximo jueves, en una semana, no cambien el criterio del voto».

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