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Como casi siempre en las últimas tres décadas, el Partido Popular volvió a ser ayer el vencedor de la noche electoral en Cantabria. Después de la histórica debacle del mes de abril, en la que la formación conservadora fue superada con un abultado margen por ... un PSOE que no sabía lo que era ganar desde hacía 26 años, la candidatura encabezada por Diego Movellán recuperó su posición hegemónica, arrebató un diputado a sus rivales directos y colocó en el Congreso dos parlamentarios. En números, el PP se hizo con 84.032 votos, lo que supone el 25,86%de los apoyos, suficientes para adelantar a los socialistas, que no consiguen repetir ni posición ni resultados. Con 75.430 sufragios, pasan del 25,2%al 23,2%, con un reporte muy homogéneo de sus fugas por toda la comunidad autónoma.
En una noche de alegrías para Vox en todo el país, la formación asciende con fuerza en la región y se hace con el 14,9% de los votos, pero no son suficientes para robar la tercera posición al PRC que en la anterior cita con las urnas fue para Ciudadanos. Como avanzaban las encuestas internas de José María Mazón, que repite como diputado pero no se lleva a Madrid ningún compañero de filas, el regionalismo experimenta el mayor crecimiento de todas las formaciones que concurrían a los comicios. Cerraron la noche con el 21,1% de papeletas, aunque no son suficientes para cumplir la pretensión de Miguel Ángel Revilla de tener dos 'voces' en la Cámara Baja.
Hasta ahí las siglas que consiguen representación por Cantabria. Cuatro, las mismas en cantidad que el 28-A, pero con otros colores. La ficha verde se come a la naranja dentro del mismo bloque de la derecha. En la izquierda, el puesto socialista se va para el PP, que permitirá a Elena Castillo tener un asiento en el Congreso. Con Ciudadanos en caída libre en todos los territorios, Rubén Gómez pierde el acta de diputado por Cantabria que consiguió en la anterior cita con las urnas. Su porcentaje del 4,76% supone perder dos de cada tres apoyos y una sangría de 40.000 sufragios. Y Unidas Podemos (8,64%) no pudo poner en práctica la fórmula imaginativa que planteaban de conseguir escaño: repartírselo dos años para el representante de Podemos (Luis del Piñal) y otros dos para Izquierda Unida (Leticia Martínez). Se quedan aún más lejos que en abril –de hecho, el segundo del PP, en caso de que los conservadores lo hubieran perdido, se habría ido para el PSOE, no para ellos–, pero un peldaño más arriba al ser quinto. También ellos superaron a Cs.
La repetición electoral, que tiene sabor agridulce para el PP a nivel nacional, les ha valido en Cantabria para escalar cuatro puntos en poco más de seis meses y ahora ven al resto por el retrovisor. La distancia entre los dos 'grandes' fue de dos puntos, lo que se traduce en que la lista que encabezaba el futuro exportavoz socialista en Santander, Pedro Casares, habría necesitado el respaldo de 8.600 personas más para dar la vuelta a la tortilla. Demasiado para que cambie algo con los 38.504 votos de los residentes en el extranjero.
Un vistazo rápido de los datos permite adelantar que el PSOE fue el que más perjudicado se vio por la abstención, que fue del 29,17%, 1,3 puntos más que en la anterior convocatoria pero mucho menos de lo que adelantaban los analistas en un contexto de hartazgo generalizado por la situación electoral. El PP apenas ha sumado 7.000 votos, pero el vuelco se ha debido más a los 15.000 que se dejan por el camino los socialistas.
La perjudicada es la exalcaldesa de Camargo, María Jesús Calva, recuperada por el secretario general Pablo Zuloaga, cuyo paso por la Cámara Baja ha sido más que efímero. Deja hueco a Emilio del Valle, por Vox. Con el exdirigente del PP, por primera vez Cantabria lleva al Congreso de los Diputados a un representante situado ideológicamente a la derecha de los populares. El segundo puesto y la pérdida del diputado no es la única mala noticia para el PSOE de Cantabria. La región es una de las pocas comunidades autónomas donde los del puño y la rosa han retrocedido en representantes. Cuatro, en concreto, contando también Navarra, Madrid y Baleares, además del que se pone en juego en la ciudad de Ceuta.
Aunque las cuentas pueden ser bastante más complejas, la incógnita de dónde han ido los votos de Ciudadanos no es tan difícil de despejar. No se han movido únicamente en el ámbito de la derecha. Más bien todo lo contrario, porque los más beneficiados probablemente han sido los regionalistas, seguidos de Vox. Los once puntos que bajan los naranjas encajan con los siete que sube el PRC más los cuatro que se apunta la lista de la formación que lidera Santiago Abascal, que visitó Santander en campaña para fijar las posibilidades de lograr esa cuarta plaza que le daban las encuestas.
También lo daba el sondeo de El Diario Montañés, que acertó con el reparto de escaños. Un reparto que bascula hacia la derecha con un 3-2. En cambio, este no es proporcional al apoyo que recibieron ayer cada uno de los bloques en número absolutos. El conservador (PP, Vox y Cs) tuvo 147.000 sufragios y el progresista (PSOE, UP y PRC, que durante la campaña Mazón posicionó en ese lugar), tuvo más: 169.000.
Cómo suele ser habitual en las elecciones generales en Cantabria, el que gana en el Congreso también se lleva tres senadores de los cuatro que se ponen en juego. Así, el PP consigue llevar a la Cámara Alta a Javier Puente, Amaya Landín y Félix de las Cuevas. El toque de color rojo lo pone la número uno del PSOE en esa lista, Isabel Fernández, mientras que el exregidor de Torrelavega, José Manuel Cruz Viadero –iba de número dos– se queda a las puertas y aplaza el debate sobre la sucesión en la portavocía local y la todavía lejana candidatura a la Alcaldía en el segundo municipio de la región. Todo mientras que Puente vuelve a ser el senador más votado, con el 31,83% de los apoyos, mucho más que la lista de su partido al Congreso, lo que implica que el de Ribamontán, además de los suyos, ha logrado que también simpatizantes no populares pusieran la 'x' en su casilla.
Volviendo a los resultados del Congreso, sin que los datos sean dramáticos, el PSOE sí se duele de lo ocurrido en la capital. En Santander, se bajan del sorprende primer cajón del podio del 28-A, en parte por el empuje del PRC. Allí los de Revilla han pasado de quintos a terceros. Conservan los socialistas el feudo histórico de Torrelavega y Castro Urdiales, pero se dan un descalabro en Camargo.
La fiesta del PP creció al ver más escrutinios municipales como los de Santoña, Santa Cruz de Bezana o Piélagos, todos con alcalde del PSOE.
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