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Ana del Castillo
Santander
Lunes, 7 de noviembre 2022, 07:04
«Este año hacemos cena de Navidad, que en 2021 no pudimos por el covid». Es un mensaje real, enviado el pasado 2 de noviembre, a un grupo de WhatsApp. Aún faltan siete semanas para entrar en la época del mazapán y el espumillón, pero este año las empresas, familias y amigos no quieren quedarse sin mesa, menos si se trata de las primeras navidades (después de dos años) en las que el coronavirus no está en boca de todos.
Los restaurantes de la capital cántabra ya palpan ese ajetreo diario de llamadas para solicitar menús y resolver dudas, además de numerosas reservas cerradas para la primera quincena de diciembre. Los más ansiosos no quieren esperar al próximo mes y se juntarán dentro de unos días para brindar: «Ha llamado mucha más gente que otros años. Ya tengo una cena de empresa de entre 30 y 40 personas para la segunda quincena de este mes», señala Rafael González, del restaurante la Candelita, en la calle Tristana. «Nosotros, una de 200 personas en la Taberna del Herrero de la S-20», añade Ramón López García, responsable de la cadena de tres restaurantes del mismo nombre.
Rafael González
La Candelita
El Diario Montañés ha hecho un sondeo con más de una veintena de negocios de hostelería de Santander y la mayoría coincide en lo mismo: «Va a ser una buena campaña de Navidad». En el Cadelo, ubicado en Santa Lucía, todos los fines de semana de diciembre ya están completos. «La campaña del año pasado fue inexistente, pero ahora, sin ninguna duda, las previsiones son muy buenas. Este año la gente vuelve a tener ganas de salir», confirma su propietario, Nacho Laherrán.
Nacho Laherrán
Cadelo
En El Riojano las principales fechas -los fines de semana de la primera quincena de diciembre- están también cogidas desde hace «un mes». «En septiembre varias empresas nos reservaron el salón para celebrar comidas y cenas. Es que el que quiere un sitio concreto lo reserva con tiempo. Además, el 80% de las reuniones se concentra en dos fines de semana (se refiere a los días 10 y 11 y 17 y 18)», explica Manu Solórzano, jefe de sala del restaurante del Río de la Pila. Las impresiones en el resto de negocios del grupo Riojano, como son el Solórzano, La Carnaza Burguer, los restaurantes del Gran Casino y del Centro Botín, el Kandela, el Pepe, la Primera Vaca y Pan de Cuco, son las mismas. «Notamos mucho más volumen de trabajo que años previos, no solo en Navidad, desde Semana Santa. Han sido y serán días preciosos, muy bonitos», dice Solórzano. Con esos mismos adjetivos, que no dejan lugar, al menos de momento, para hablar de inflación, guerra de Ucrania, y facturas de luz y gas, Carlos Zamora, propietario de cuatro restaurantes en Santander (El Machi, Deluz, La Caseta de Bombas y El italiano) describe los días que están por venir: «Es una época ilusionante porque hay muchas ganas de volver a juntarse y a celebrar. Nos dedicamos a cocinar y a dar de comer y generar felicidad. Siempre apetece hacerlo, sobre todo en esta época. Nosotros también lo celebraremos. Los más de cien empleados cerraremos un día todos los restaurantes y nos juntaremos en Deluz para brindar», explica el empresario hostelero.
manu solórzano
El Riojano
Carlos Zamora
Deluz
Si algo bueno ha dejado la pandemia de covid han sido los hábitos de protección que hemos adquirido casi de forma natural, como el lavado de manos, el uso de la mascarilla cuando nos notamos algo acatarrados o evitar compartir vasos, cubiertos y platos. «La gente ya no quiere picoteo de raciones. Desde el covid prefieren platos individuales para evitar meter todos el tenedor en el mismo entrante», señala Arlett Herreros, encargada del restaurante Umma, en la calle del Sol, uno de los restaurantes que se ha visto obligado a incrementar el precio del menú debido al encarecimiento de las materias primas. Tienen dos menús: de 40 y 50 euros. En 2021, el precio era de 40 y 45 euros. En las tres Tabernas del Herrero de Santander el menú también sube dos euros, de 42 a 44, pero incluye entrante, carne, pescado, vino, postre y café y licor. El resto de negocios consultados por este periódico no se plantea subir los precios, bien porque ya suponen un esfuerzo para el bolsillo de los comensales o porque prefieren hacer ellos el sacrificio. «Trabajaremos como siempre. Los precios se mantienen todo el año, no lo vamos a subir ahora porque se acerquen las fiestas», señala Rafa González, de la Candelita.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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