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El PSOE de Cantabria celebró su último Congreso Regional en diciembre de 2021. En él, su secretario general, Pablo Zuloaga, salió reelegido para un periodo de cuatro años. En teoría, los cerca de 3.000 militantes no iban a tener que volver a pronunciarse sobre ... el liderazgo de la formación hasta finales de 2025, pero ese calendario ha saltado por los aires por la decisión de Pedro Sánchez de convocar para los días 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre el Congreso Federal. Un movimiento con lo que el presidente del Gobierno pretende reforzar su posición interna y, de paso, renovar la dirección de distintas federaciones críticas o en las que Ferraz considera que las cosas no funcionan tan bien como deberían, ya que los estatutos establecen que los cónclaves autonómicos deben tener lugar, como tarde, 90 días después de la cita nacional.
La consecuencia práctica es que entre noviembre de este año y febrero del siguiente los afiliados del PSOE cántabro volverán a tomar la palabra y decidirán sobre la continuidad o no del exvicepresidente regional. De hecho, el calendario es tan ajustado que, en caso de que solo haya una candidatura y que consiga reunir los avales necesarios, podría conocerse el nombre del vencedor del proceso antes incluso de que tenga lugar en Sevilla el 41 Congreso Federal.
Al contrario de lo que ocurre en Castilla y León, Madrid, Aragón o La Mancha, en la dirección regional de los socialistas entienden que Cantabria no es una de esas federaciones en las que Sánchez quiere 'intervenir'. Con esa premisa, se da por hecho que Zuloaga volverá a presentar una candidatura para optar a la que sería su tercera legislatura interna, la primera fuera del Gobierno de Cantabria. Pero también se da por hecho que tendrá al menos un rival en el camino hacia la Secretaría General.
Así ha ocurrido en las últimos cuatro congresos. El último al que solo concurrió una lista –la de Dolores Gorostiaga– fue el de 2004. Desde entonces, siempre ha habido confrontación. Incluido el de 2021, cuando la alternativa que encabezó Judith Pérez Esquerra logró alrededor del 25% de los apoyos. Ese grupo de militantes y dirigentes críticos con el oficialismo podría volver a intentarlo, pero la gran incógnita tiene que ver con lo que haga el grupo del diputado nacional y líder de Santander, Pedro Casares, y de la anterior delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones.
Casares, que es el único cántabro presente en la Ejecutiva de Sánchez, apoyó la llegada de Zuloaga al liderazgo del PSOE en 2017, pero ahora –ya desde hace tiempo– ambos juegan en bandos distintos. En caso de que el diputado dé un paso adelante o apoye una opción encabezada por Quiñones se podría entender que esa es la apuesta de Ferraz en la comunidad autónoma. Hasta ahora, Casares no ha valorado la posibilidad de volver a Cantabria y ayer se limitó a señalar, en clave más nacional que regional, que «es tiempo de renovar e impulsar nuestro proyecto político para seguir abriendo nuevos horizontes que nos permitan avanzar y generar nuevas oportunidades».
Antes de votar en el Congreso Regional, los militantes tendrán que votar también la lista de delegados cántabros al Federal. Ahí, como ocurrió hace tres años –frente a Zuloaga presentó una lista Teresa Montero– se podría ver ya cómo de unido está el partido y, en su caso, la fuerza de la alternativa a Zuloaga.
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