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El Ministerio de Transportes acaba de anunciar que estudiará la inclusión de Galicia y Asturias en el Plan Mercancías 30, un mapa para la creación de autopistas ferroviarias que sirvan para un movimiento más rápido, barato y eficiente de cargas por el país ... en el que tampoco tiene cabida a día de hoy Cantabria. Lo hace tras escuchar la petición de sendos gobiernos autonómicos y de representantes empresariales. Según han confirmado desde el Gobierno central a este periódico, eso mismo está dispuesto a hacer con Cantabria. Eso sí, recuerdan que la iniciativa debe partir del Ejecutivo regional y de las compañías interesadas -especialmente las que trabajan en el Puerto-, como ocurrió con los otros dos territorios vecinos.
«Animamos a los empresarios y operadores a hacer de Santander y Cantabria un nodo logístico. Adif siempre los apoyará», insisten desde el departamento que dirige la socialista Raquel Sánchez. Transportes sí que reconoce que en el mapa inicial del Plan Mercancías 30 se identificaron como prioritarios ciertos corredores «con mayor potencial» en los que no estaba Cantabria, pero también que ese documento no está cerrado. Que «no hay que excluir que en el futuro se estudie la adaptación de otros corredores adicionales a los indicados».
Todo lo contrario. «Si hay empresas u operadores que muestren interés real en la implantación de esos servicios, Adif prestará el apoyo necesario para que sea posible. Es una cuestión de demanda del mercado», apunta el Ministerio, que viene a decir que, hasta ahora, esa demanda no ha existido. Que nadie se ha interesado. De hecho, el consejero de Industria y Transportes, Javier López Marcano, apuntó hace un mes que había poco margen de maniobra para presentar alegaciones a este proyecto porque el mapa en el que se basa se diseñó en 2015. Desde la CEOE en Cantabria, su presidente, Enrique Conde, ya ha dicho que está más que interesado.
¿Por qué es tan importante este plan y las inversiones asociadas -más de 8.000 millones en una década- y en qué consiste? La idea a medio plazo es crear una red de autovías ferroviarias con terminales que sirvan de intercambiadores intermodales, al estilo de La Pasiega, que, por cierto, tampoco figura entre los siete grandes centros logísticos identificados por Adif. Lugares que permitan que un tráiler completo o su semirremolque suban a vagones específicos para continuar la ruta por los raíles. La forma más eficiente de hacer que las mercancías salten del camión al tren y en la que Europa centra sus esfuerzos.
Transportes no solo abre la puerta a que Cantabria sea incluida en el mapa, sino que marca a la comunidad autónoma la forma más fácil de hacerlo. Así, el Ministerio recuerda que a comienzos de este año se creó en Adif una Oficina de Apoyo y Asesoramiento sobre autopistas ferroviarias para facilitar respaldo a las empresas del sector que estén interesadas en la puesta en marcha de estos servicios y que sirva de «asesoramiento en materia de viabilidad técnica, económica, gestión de surcos, disponibilidad de vagones, ayudas financieras...».
El Ministerio defiende que su compromiso con Cantabria en materia ferroviaria ha quedado demostrado en el borrador de Presupuestos de 2023 -casi 200 millones entre los tramos del AVE en Palencia y la mejora de las Cercanías- o con la petición a la Comisión Europa de la inclusión de la línea a Santander-Bilbao en el Corredor Atlántico.
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