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«Transportes licita por 1,8 millones de euros la redacción del proyecto para adelantar tres años la llegada de la alta velocidad a Cantabria». Con ese llamativo enunciado, que incluso el ministro Óscar Puente compartió en sus redes sociales para sacar pecho del «compromiso» ... del Estado con la comunidad autónoma, el Gobierno de España anunció el pasado lunes su intención de construir un viaducto en Nogales de Pisuerga. Una infraestructura que no figuraba inicialmente en los planes del Ministerio y que es muy relevante, ya que permitirá que los cinco tramos palentinos del AVE -que están ya en obras y en algunos casos a punto de concluir su plazo de ejecución- entren en servicio antes que los tres cántabros, que se encuentran mucho más retrasados al estar todavía en fase de redacción de proyectos.
Con esta inversión adicional de 67 millones de euros -estos 1,8 primeros son para la redacción de proyectos y los 65 restantes para la posterior construcción- se podrá conectar la línea del AVE con la convencional hasta que el tramo restante de 51,4 kilómetros hasta Reinosa entre en funcionamiento. Esto permitirá acortar el viaje entre Santander y Madrid en 30 minutos, un ahorro significativo mientras concluye el resto de la actuación y se puedan reducir los tiempos hasta las tres horas, el compromiso adquirido por Adif.
Las claves
Dos velocidades Los trenes podrán circular a 350 kilómetros por hora hasta Alar del Rey y a 250 km/h hasta Reinosa
Un matiz Adif corrige a Puente: el ahorro temporal con el viaducto de Nogales será de 20 minutos, no de 30
Hasta la costa De Reinosa a Santander los AVE circularán por la red convencional, que se está mejorando y adaptando
«Era una faena tener 80 kilómetros terminados y no ponerlos en servicio. Vamos a ganar tiempo de viaje. En torno a media hora como mínimo en el momento en que lo pongamos en servicio», dijo Puente el pasado mes de marzo, cuando se reunió con la presidenta Buruaga en Cantabria y avanzó por primera vez que su departamento estaba estudiando esta posibilidad que ahora se materializa. Lo que no hizo el ministro de Transportes hace cuatro meses en rueda de prensa ni el pasado lunes a través del comunicado oficial es concretar cuándo acabarán las obras. Para no pillarse los dedos ni generar falsas expectativas, ni Puente ni su antecesora en el cargo, Raquel Sánchez, han dado fechas concretas. Preguntado por este periódico, el actual titular del Ministerio insistió tan solo en ese ahorro de «tres años» respecto al cronograma actual, pero no detalló cuándo se inaugurarán los tramos palentinos gracias a este nuevo enlace de Nogales de Pisuerga, primero, y los tramos cántabros -de ahí hasta Reinosa-, después. No querían decirlo, pero se les ha escapado sin querer.
Adif estima que la primera fase de la puesta en servicio de la alta velocidad tendrá lugar en 2030, una vez que se inauguren los tramos palentinos y el ya famoso viaducto de Nogales. Así se recoge, precisamente, en los pliegos de la licitación de este proyecto. Literalmente, el documento plantea que «la nueva conexión en Nogales de Pisuerga (Alar del Rey) permitirá en una primera fase la puesta en servicio del tramo inicial Palencia-Alar cercano a los 80 km de longitud, y ofrecerá una mejora generalizada de los tiempos de viaje a Cantabria estimada en 20 minutos en el año horizonte 2030, adelantando en unos tres años la apertura comercial del conjunto del tramo hasta Reinosa».
1.700 millones
será la inversión total del Estado para crear el AVE en la línea Palencia-Santander.
130 kilómetros
sumará la nueva línea. Son 78,4 de Palencia a Alar y 51,4 de Alar a Reinosa.
Si fija en 2030 ese primer hito y apunta que el segundo y definitivo se producirá tres años después, no es difícil hacer la cuenta: en 2033 tendrían que estar abiertos los 130 kilómetros de AVE que van de Palencia a Reinosa. A partir de ahí, tal y como aceptó Cantabria en su momento al dar por bueno el argumento de Madrid de que la difícil orografía hacía inviable técnica y económicamente prolongar la línea de alta velocidad, los trenes tipo AVE continuarán su camino hasta la costa por la red convencional. Una red sobre la que se están realizando mejoras -como la duplicación de la vía de ancho ibérico que ya notan en forma de incidencias los usuarios de Cercanías- para aumentar sus prestaciones. Teóricamente, estarán listas antes de 2033.
Además, el pliego de Adif corrige al ministro al asegurar que el ahorro inicial en el tiempo del viaje no será de «media hora como mínimo», sino de «20 minutos». Los trenes de la red de alta velocidad española están homologados para alcanzar una velocidad de 300 kilómetros por hora, pero en función de las características de los tramos y la orografía pueden llegar a los 400. En el caso del AVE a Cantabria las obras de la vía hasta Alar se están desarrollando para llegar a picos de hasta 350 km/hora. De ese punto a Reinosa se reducirá sensiblemente: a 250 km/hora. Y hasta Santander, aunque irá más rápido que ahora, no llegará a esas velocidades.
Tras conocer la noticia del corte del tráfico ferroviario que se producirá durante agosto en la línea convencional entre Santander y Palencia por las obras de Adif, la Consejería de Fomento convocó la Mesa del Ferrocarril «de urgencia», que tendrá lugar hoy, para pedir explicaciones sobre los transbordos. En la reunión también estará representado el Puerto de Santander, institución en la que pensó Transportes a la hora de seleccionar el mes del corte y así provocar la «menor afección posible». También estarán las Mesas de Movilidad, que representan a los usuarios.
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