Así afecta la inflación a los precios de la cesta de la compra en Cantabria

Hasta aquí lo bueno. Porque seguimos gastando en el capítulo alimentación un 9,2% más que hace un año, muchos alimentos llevan más de un año instalados en precios de récord y, a esto, hay que añadir que las compras fuertes de las Navidades están a la vuelta de la esquina, con lo que eso repercute habitualmente en las carteras. En años anteriores, en Cantabria, se han detectado aumentos medios del 15% en este periodo festivo.

Al difundir los datos de la inflación de noviembre –una información que se mira con lupa porque este IPC da la medida de lo que subirán el enero próximo las pensiones– el Instituto Nacional de Estadística hizo este retrato para Cantabria: los precios (en general) subieron un 3,4% respecto al mismo mes de 2022, ligeramente por encima de la media nacional, que se quedó en el 3,2%. Aunque una inflación del 3,4% no parece motivo de alegría, hay que tener en cuenta que, justo hace un año, el titular era 'los precios suben un 7% y, los alimentos, más del 15%'.

En Cantabria, este porcentaje del 3,4% es el más bajo desde el pasado agosto y supone un retroceso de los precios del 0,2% respecto al IPC del mes de octubre, de modo que el dato deja un margen al optimismo que señalaron en las últimas horas todos los expertos, porque la tendencia sigue a la baja.

Pero en cuanto uno entra en el supermercado constata que los precios siguen subidos a la parra. A pesar de que el 9,2% de aumento interanual suponga una desaceleración sobre los meses anteriores todavía casi triplica la tasa de inflación general. Lo bueno es que el doble dígito en el que se puso la cesta de la compra hace año y medio hace dos meses que ha bajado del 10%. Eso no es impedimento para que haya productos concretos que llamen la atención por el precio. Por ejemplo, en esta Comunidad, un kilo de legumbres y de hortalizas costaba un 10% menos en 2022, los huevos se han encarecido un 8%, las frutas un 7%, la carne de vacuno un 5,6%, el pescado un 6,3%, la leche un 5,8% y el pan un 3,4%.

Esto provoca que, en su conjunto, el epígrafe que aglutina a alimentos y bebidas no alcohólicas se sitúe en el 9,2% de subida (eso sí, con un descenso de 1,4 puntos respecto al mes precedente). Restaurantes y hoteles han avanzado, por su parte, un 7,3% y las bebidas alcohólicas y el tabaco, un 6,7%.

Siempre en relación con noviembre del año pasado, en Cantabria subieron todos los precios excepto la vivienda, el agua, la electricidad, el gas y otros combustibles, que han bajado ya un 5%, y el transporte, que registró una ligera caída del 0,7%.

En el conjunto del país, el IPC bajó un 0,3% en noviembre en relación al mes anterior y recortó tres décimas su tasa interanual, hasta el 3,2%, debido sobre todo al abaratamiento de los carburantes, los paquetes turísticos y los alimentos, que moderaron su crecimiento medio punto por lo que el aumento de precio se fue al 9%. Según Estadística, esta evolución se debe al recorte del valor del pan y los cereales y de la leche, huevos y queso. Y también a que los precios de la carne subieron en noviembre de este año menos de lo que lo hicieron en igual mes de 2022.

Por contra, las legumbres y las hortalizas subieron de precio en el penúltimo mes del año, según los datos definitivos del INE, con los que se confirman los avanzados a finales del mes pasado y también la subida que experimentarán las pensiones contributivas en 2024, del 3,8%, como resultado de la media de inflación hasta noviembre.

La inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) bajó siete décimas en noviembre, hasta el 4,5%. El hecho de que esta tasa también se modere lanza buenas señales, según los expertos.

La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), uno de los gabinetes de análisis económico de mayor peso en España explicó ayer que espera que la inflación se mantenga en estos términos a corto plazo. Funcas considera que la tasa general de inflación se situará en el 3,3% en diciembre y mantiene la estimación media para el conjunto del año en el 3,6%.

De cara a 2024, la entidad apuesta por una inflación media del 3,5% (2,7% sin la reversión de las medidas antiinflación), mientras que la media anual del IPC subyacente se situará en el 2,8%. Sin embargo, su informe advierte de que las previsiones de cara al próximo año «son más inciertas debido a que van a estar condicionadas por el calendario de la retirada de las medidas antiinflación: IVA de los alimentos, impuestos sobre la electricidad o precio del transporte público, entre otras».

Funcas ha avanzado que, según el momento del año en que se produzca dicha retirada, y si es escalonada o no, el impacto sobre la tasa media anual será diferente.