Un afinador de pianos y un instructor de alpinismo, los portugueses muertos en Picos

Son varios los medios de cominicación lusos los que se han hecho eco de las identidades de los dos deportistas que perdieron la vida el lunes cuando escalaban el Espolón de los Franceses. Se precipitaron desde una altura superior a los 300 metros por causas que aún se desconocen, aunque los expertos apuntan a un desprendimiento de rocas, de hielo o a un fallo de uno de los enganches que los montañeros utilizan para asegurarse en altura.

Pedro Soares tenía 50 años y vivía en Ribeiros, en el municipio de Fafe. Tenía una esposa y tres hijos de entre 12 y 21 años. Las redes sociales han reflejado los mensajes de condolencia de sus familiares y amigos. «Hemos perdido a un gran escalador y a una excelente persona». «Rui, falleciste haciendo lo que más te gustaba. ¡Eras un maestro! Lamento mucho estas pérdidas. Mi más sentido pésame a todos mis amigos y familiares, incluyendo, por supuesto, a Pedro, que también ha fallecido», aclaró otro que los conocía a ambos.

Soares era un apasionado de la naturaleza y el aire libre. Fue presidente de Rokomondo Academy, una asociación de Fafe que se dedica a organizar actividades extremas y a formar a deportistas. No era la primera vez que subía a Picos de Europa. Conocía bien esta región y habían sido varias las veces en que se había citado con su amigo y también fallecido para escalar.

Las condolencias han llegado también para recordar a Rui Macedo, muy conocido en el mundo de la música. «Dejó siempre su marca con sensibilidad, talento y atención al detalle, cualidades que le han hecho admirar por colegas, socios y clientes. Estamos profundamente entristecidos por su repentina partida, mientras practicaba montañismo, una actividad que tanto amaba. En este momento de tristeza, expresamos nuestra solidaridad a la familia, amigos y a todos los que se han visto tocados por su generosa e inspiradora presencia», se han expresado públicamente desde Publivez, una de las empresas dedicada a la organización de espectáculos y para la que trabajaba el montañero. Un profesional que contaba con un reconocimiento unánime en el mundo de la música del país vecino.