Borrar
La agonía del ocio nocturno

La agonía del ocio nocturno

Cierre anticipado ·

Los propietarios de locales de copas de Santander creen que la normativa del Gobierno regional que les obliga a cerrar antes está teniendo «el efecto contrario». «A partir de las dos proliferan los botellones y las fiestas privadas en las que no se siguen las normas sanitarias»

María Causo

Santander

Domingo, 2 de agosto 2020, 07:41

Fernando Rivas | Cañalío

«Esta medida va a conseguir el efecto contrario a lo que se desea»

Imagen -

Fernando Rivas, dueño del Cañalío, cree que cerrar a las dos todos los locales de ocio nocturno es «una medida inoportuna y perjudicial». «Van a conseguir el efecto contrario al deseado, porque se va a pasar del orden que tenemos en los pubs a un desorden de fiestas privadas y botellones», indica. Rivas asegura que los jóvenes le cuentan de primera mano que, tras cerrar los locales, se van a fiestas privadas y botellones. «Allí se pasan los vasos y las botellas de mano en mano y de boca en boca». Tampoco considera que pueda compensar las pérdidas adelantando la hora de apertura porque «la gente se queda hasta tarde en la playa». «Yo cierro a las tres. Me quitan hora y media de facturación, pero es la mejor hora y la más fuerte de ventas. Las cajas de las últimas semanas son un quebranto. Multiplicas las pérdidas de cada noche y te salen unas cifras que marean». Lamenta que el Gobierno de Cantabria haya tomado esta medida sin compensación ninguna para el sector. «Hay locales que directamente no han abierto porque empiezan a funcionar a las dos de la mañana. Para ellos es una pérdida total de dinero». Sobre un posible cierre si la medida se mantiene a largo plazo, Rivas es cauto. «Igual hay que plantearse cerrar y abrir cuando las circunstancias sean otras porque el otoño va a ser complicado». Además, el empresario se queja de que, con estas circunstancias, tendrá que echar a gente.

Sergio Gómez | Litlle Bobby y Grog

«No somos el problema, somos parte de la solución»

Imagen -

«Nosotros no somos el problema, somos parte de la solución. El ocio nocturno va a seguir existiendo». Así de rotundo se muestra Sergio Gómez, gerente del pub Little Bobby y del Grog. Cree que la nueva normativa del Gobierno es «muy negativa» y «no va a erradicar el ocio nocturno». «La gente no se va a ir a casa a las dos de la mañana porque yo cierre el bar», añade. Además, concreta que realmente la hora de cierre es la 01.30 horas porque media hora antes ya no se permite servir copas ni la entrada de más gente. «Va a haber personas que, tras cerrar los bares a las dos, se van a ir a beber a casas, garajes o a las playas. Todo ello sin distancias, ni mascarillas y compartiendo vasos y botellas». En sus negocios, esta medida ha supuesto un perjuicio del 20-30% de facturación. «Mis locales trabajan muy bien de tarde para tomar la primer copa de la noche, pero para los locales de segunda o tercera copa la situación es mucho peor». Se muestra desesperanzado al no saber cuándo va a finalizar esta norma y cómo van a aguantar sus locales. «Para mantenerme tendría que reducir las plantillas. Estábamos facturando un 60% respecto al año anterior, ahora le quitas un 15% cerrando a las dos y me quedo en un 45%». También critica que el Gobierno haya puesto en marcha una medida así sin ningún plan económico de ayudas. «No hay ningún estudio que diga que cerrar a las dos evita contagios».

Julián Santiago | Moondog

«Prefiero pensar que no voy a cerrar, pero a ver qué pasa»

Imagen -

«Por lo visto el virus solo está en la hostelería y a partir de las dos de la mañana». Esta es una de las frases pronunciadas por Julián Santiago, dueño del Moondog. Se muestra enfadado por esta nueva normativa del Gobierno de Cantabria porque «ahora estamos en verano y vamos aguantando, pero habrá que esperar a que llegue septiembre». «Prefiero pensar que no voy a cerrar, pero a ver qué pasa», expone. Está ajustando todos sus presupuestos lo máximo posible para poder aguantar a sus cuatro empleados, pero «si todo sigue así, me tendré que quedar solo». Por eso, pide al Ejecutivo cántabro un paquete de ayudas o más facilidades para volver a llevar al ERTE a sus trabajadores. Es consciente de que la situación es complicada y el año no se va a poder salvar económicamente. «Es un año de transición para intentar no perder demasiado y mantenerse». Antes de la medida que obligaba a los bares de copas a cerrar a las dos de la mañana, estaban trabajando al 50% y ahora le han restado otro 15%. El Moondog solía cerrar a las tres de la mañana, pero ahora les han quitado la última hora y «la más potente en ventas». «Yo me puedo dar con un canto en los dientes porque abro a las siete de la tarde, pero otros compañeros están en situaciones más preocupantes», cuenta. Además, Santiago hace hincapié en que los locales de ocio nocturno cuentan con todas las medidas de seguridad.

Jacinto Zatarain | Malaspina

«Para aguantar, sería mejor que nos cierren y nos lleven al ERTE»

Imagen -

Para Jacinto Zatarain, dueño del pub Malaspina, esta medida es «un drama económicamente». «Para poder aguantar y no cerrar, es mejor que nos cierren y nos lleven al ERTE». Está haciendo la mitad de caja que el año pasado. «El lunes pasado me dio por abrir y facturé 47 euros y tenía 300 euros de sueldos. La caja de ese día mismo del año pasado fueron cerca de 6.000 mil euros». Como la medida del cierre a las dos se prolongue en el tiempo, «si el Gobierno regional no la retira pronto, me planteo cerrar hasta navidad». Todos los locales de ocio nocturno se han juntado y están trabajando para formar una asociación empresarial. «Queremos la máxima seguridad y entendemos que estamos en una pandemia mundial, pero creemos que la medida que nos han impuesto no ayuda a erradicarla», cuenta Zatarain. Concretamente, cree que «no sirve para nada» porque en cuanto cierran los bares «toda la gente se acumula en la calle». Defiende un sistema basado en el registro de clientes porque, de mantenerse esta normativa, «va a ser peor el remedio que la enfermedad». «Como haya un contagio en un botellón no sacan los contagios y con un ocio nocturno ordenado y responsable, podríamos ser una herramienta para los políticos». El dueño del Malaspina pide al Gobierno regional que le eche una mano al sector porque «todavía no hay un dato oficial que confirme que ha habido un rebrote en un local de copas».

Gregorio del Amo | Rocambole y Sala Sümmun

«No abro desdeel sábado que entró en vigor esta norma»

Imagen -

La nueva normativa de cerrar a las dos de la madrugada perjudica a todos los locales de ocio nocturno pero, especialmente, a las discotecas. Gregorio del Amo regenta el Rocambole y el Sümmun y no abre sus locales desde el sábado que entró en vigor esta medida. «¿Para qué voy a a abrir? Normalmente abro a las 23.30 o 00.00 horas y ahora a la 01.30 horas no puedo dejar entrar a más gente y tengo que quitar la música. No es rentable». Del Amo fue uno de los tres representantes de pubs y discotecas de Santander que acudieron a la reunión que han mantenido esta semana con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez. Presentaron una serie de medidas para adoptar en estos locales como un registro con una aplicación mediante códigos QR para, en caso de algún contagio, facilitar este listado a Salud Pública y trazar los contactos. «A Revilla le gustó lo que propusimos y el consejero lo iba a estudiar». Defiende que sería «mucho peor» cerrar los establecimientos de ocio nocturno porque «en los locales hay medidas de control y en la calle no hay ninguna». El coronavirus y esta medida restrictiva de cierre han dejado a Del Amo en una situación «que no se puede soportar mucho más tiempo». «Son pérdidas y más pérdidas de dinero, cierre de locales definitivamente, gente que se va al paro y hay que seguir pagando alquileres».

Ángel Suárez | Coppola y Rose

«Si nos tienen que cerrar a la 01.30 horas, que sirva para algo»

Imagen -

«No nos hemos ido quejando al Gobierno por el tema económico –que también nos afecta muchísimo–, les hemos argumentado con medidas sanitarias y les hemos pedido que, si nos cierran, que sea porque sirve para algo». Ángel Suárez, dueño del Coppola y del Rose, es otro de los propietarios de locales de ocio nocturno que acudió a la reunión de esta semana con el Gobierno de Cantabria. Destaca que el sector es consciente de la situación que estamos viviendo y del problema sanitario, pero «cerrando a la 01.30 lo único que se está consiguiendo es que las personas dejen de ir a los bares y se monten fiestas privadas o botellones alternativos». «No ha habido contagios en el ocio nocturno». Y es que señala que las medidas de higiene están «mucho más controladas» en los bares que en las casas. «Tenemos impuesta la norma de llevar mascarilla y lavamos la vajilla a más de 90 grados para desinfectar. Eso no se hace en las reuniones de amigos». Todavía no se conoce hasta cuándo será obligatorio este horario de cierre, pero Suárez confía en que cambie pronto. «Si estas medidas se prolongan, la mitad de los bares de copas cierra. Esto no hay industria que lo aguante». Entre otras de las medidas presentadas al Gobierno regional, Suárez habla de reducción de aforos. «Les hemos pedido que, en lugar de adelantar el cierre, limiten más los aforos porque ahora es verano y, al haber más gente, tenemos más margen para trabajar».

Daniel Hoyal | Tribeca y Blues

«El sector tendrá que recibir ayudas para poder subsistir»

Imagen -

«¿Porque me hacen abrir cuando no me van a dejar trabajar?», indica Daniel Hoyal, dueño del Tribeca y del Blues junto a su socio, Carlos de Torre. La obligatoriedad de cerrar a las dos está haciéndoles reflexionar sobre un posible cierre. «Me lo estoy planteando». Por eso pide a los políticos que ayuden porque «el sector tendrá que recibir prestaciones para poder subsistir». «Si los políticos no nos dejan desarrollar nuestra actividad, tendrán que dar la talla y estar a la altura de las decisiones que han tomado». Y es que, desde que se les permitió la apertura, han desarrollado, dice, su actividad «con responsabilidad» y han acatado todas las normas en cuanto a higiene, distancia social y aforos. «Aún así, hemos sido los señalados y culpables de contagios obviando las administraciones los botellones, fiestas clandestinas y demás actividades incontroladas». Por eso, reitera que «el covid no tiene horario» y que esta medida «no soluciona nada». «El ocio nocturno es tan seguro como cualquier otro sector, incluso hemos propuesto más medidas de seguridad para el control de nuestros clientes incluyendo la trazabilidad y registro de los datos de la clientela». Hoyal se muestra impotente al no poder hacer nada ante la bajada de facturación de sus negocios. «El daño que nos han hecho recortándonos el horario en las horas de más facturación ya es irreparable y julio y agosto son meses imprescindibles para nosotros».

Gonzalo Cornejo | Santa Fe

«¿Qué diferencia hay entre beber una copa a las doce o a las tres?»

Imagen -

El propietario del pub Santa Fe, Gonzalo Cornejo, no comparte ni entiende la medida impuesta por el Gobierno regional. De hecho, cree que «lo único que fomenta es el descontrol de las fiestas y botellones en las que las personas se juntan sin ninguna norma sanitaria». «No entiendo qué diferencia hay entre tomarte una copa a las doce y tomártela a las tres de la mañana». Abrió su local el pasado 25 de mayo y le estaba yendo «bastante bien». «Mi negocio empieza a trabajar fuerte a las 02.30 horas, así que ahora me han hecho mucho daño con esta medida. Abro de las ocho de la tarde a las cuatro y media, así que ahora las ventas han bajado muchísimo. Mi facturación ha disminuido un 90%». Se muestra preocupado por el futuro de su establecimiento porque no sabe si podrá seguir. «Parece que en el ocio nocturno somos los culpables de todos los males. Ningún rebrote ha surgido en nuestros locales». Además, ha criticado que el Gobierno pusiera en marcha la normativa sin hablar con ellos antes. «Encima lo han hecho justo la semana que coincide con las fiestas de Santander porque, aunque no haya fiestas, hay mucha gente que está aquí de vacaciones y podríamos haber sacado un rendimiento de eso». Espera que Revilla y el consejero de Sanidad recapaciten su decisión y acepten las propuestas de implantar un registro de clientes con código QR, limitar los aforos o incidir en la mascarilla en el interior de los bares.

Carlos Muñoz | Dalí

«No está demostrado que esta medida esté siendo efectiva»

Imagen -

Carlos Muñoz, dueño del Dalí, asegura que lleva adoptando todas las medidas de seguridad que mandaba Sanidad desde el primer día: limpieza de mesas y sillas, gel hidroalcohólico para la limpieza de manos, limitación de aforo, toma de temperatura… «Sanidad te dice que con esas medidas estás cumpliendo y luego te dice que no cumples y que tienes que cerrar a las dos», lamenta Muñoz. Defiende también que, si todavía no ha habido ningún rebrote en este tipo de locales, cerrar a las dos no supone nada. «¿Realmente es efectiva esta norma y nosotros somos el problema de los contagios?». También se queja de que la mayoría de los locales lo está haciendo bien y que no se debería criminalizar a todo el sector. «Si de repente aparecen varios contagios en una cafetería, cierran esa cafetería y no castigan a todas». Además, la norma llega en un momento en el que los bares estaban «empezando a respirar». «No estábamos ganando dinero, pero nos manteníamos sin perderlo. Con eso nos estábamos conformando». Y es que explica que todo el mundo es consciente de que el ocio nocturno no se puede cerrar a las dos de la madrugada porque «no te da lo suficiente para cubrir gastos». En su caso, está trabajando con la mitad de personal y con menos horas. «Yo tengo unos gastos mínimos que no estoy llegando a cubrir». Por eso, pide al Gobierno que les entiendan y les dejen trabajar «con garantías».

Víctor García | Lo que diga la rubia y Covers

«Cerrar a las dos cuando ya viene poca gente ha sido un palo duro»

Imagen -

«La medida ha sido catastrófica porque tener que cerrar a las dos cuando ya viene poca gente ha sido un palo bastante fuerte. No creo que esta sea la mejor solución», señala Víctor García, propietario del pub Lo que diga la rubia y del Covers. Sus dos locales están intentando reinventarse y abrir un poco antes para intentar ganar algún cliente nuevo, pero «está siendo duro». «Cuando cerramos a las dos, escuchamos a nuestros clientes hablar de irse a casas de amigos a beber sin ningún tipo de protección. Algunos incluso nos piden que les vendamos botellas del alcohol». Defiende que los bares de copas son «espacios seguros» con toda la clientela sentada, sin poder bailar, con higiene de manos y con distancia social. «Estamos intentando hacer las cosas bien y nos siguen castigando». Y es que está situación cree que va a dejarse muchos establecimientos por el camino. «Los bares que van a aguantar va a ser por amor propio o por amor al bar porque se están cargando los negocios. Yo ahora mismo estoy poniendo dinero de mis ahorros para seguir abierto». La complicada situación del covid y la obligación de cerrar antes está haciendo que los bares no den dinero. «Mi última opción será cerrar pero, si sigo perdiendo dinero, tendré que hacerlo. No sé cuánto tiempo podré soportar las pérdidas». Sobre el Gobierno, dice que «se pueden hacer mejor las cosas» y pide que se castigue a los locales que lo hacen mal.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes La agonía del ocio nocturno