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A trazo gordo -porque los modelos estacionales solo señalan tendencias- este agosto será «un poquito más cálido que los anteriores y tampoco traerá grandes lluvias», así que quienes estén esperando agua para alimentar cultivos y jardines tendrán que seguir a la expectativa. Esto es lo ... que prevé la Aemet (la Agencia Estatal de Meteorología), que ya ha registrado unos parámetros en julio con estos mismos mimbres: el mes que acaba de terminar dejó en Cantabria escasas precipitaciones «y unas temperaturas máximas más altas de lo normal, aunque no se hayan registrado dígitos ni extremos ni acusados».
Este es el balance que hace a vuela pluma José Luis Arteche, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología en Cantabria, que apunta que agosto será un periodo sin grandes sobresaltos, tras un mes de julio en el que en Cantabria «ha recogido algo menos de la mitad de la lluvia de lo que hubiera sido habitual. En la zona sur de la región no ha llovido prácticamente nada». Es decir, que las lluvias caídas este mes recién acabado no han servido para aliviar la sequía que se arrastra y agosto tampoco vendrá con lluvias bajo el brazo.
Pero que sobre el papel se plantee «un agosto casi típico», no quiere decir que en el día a día el tiempo no vaya a dar que hablar en el ascensor. Sobre todo, por una borrasca que ya está girando por el norte de Europa y que se acercará de refilón al Golfo de Vizcaya en la madrugada del miércoles al jueves y hará caer de repente las temperaturas entre 6 y 8 grados -en Cantabria y en toda la cornisa- este 3 de agosto.
Esas máximas «tirando a frescas» en comparación con lo que estarán sufriendo en el resto de España se podrían extender a lo largo de esa jornada y sucesivas. «El miércoles hará bastante calor -del orden de unos 28 grados en la costa y más de 30 en el interior-», adelanta Arteche, porque ese día está previsto que sople el sur.
Pero el jueves el descenso de temperaturas será reseñable. En donde los termómetros hayan llegado a los 28 grados el miércoles, se quedarán en 20-22 grados para el jueves y viernes, y donde las máximas hayan alcanzado los 30, se quedarán en 24-22 grados, augura. «Entrarán vientos del norte y esto lo tendrán que tener en cuenta, sobre todo, las gentes de la mar», avisa el experto meteorólogo.
Serán «temperaturas más propias de finales de mayo o comienzos de junio que de plena canícula», el periodo más cálido del año, que comprende desde el 15 de julio hasta el 15 de agosto, y en el que nos encontramos ahora, ha precisado el portavoz nacional de Aemet, Rubén del Campo.
Esa desestabilización del tiempo de esos primeros compases de agosto que afectará a Cantabria no parece que vaya a extenderse mucho más allá de dos o tres jornadas que serán algo revueltas: para el domingo las temperaturas y las horas habituales de sol se habrán recuperado. En cualquier caso, Cantabria seguirá siendo en estos primeros días del mes 'refugio climático' para aquellos que quieran huir del calor, porque la previsión para el resto de España viene en colores rojos: ahora mismo la impresión es que todo agosto será caluroso y, mientras en Cantabria las máximas alcanzarán los 28 o los 30 grados, en la mayor parte del territorio se estarán viendo los termómetros por encima de los 35° (lunes y martes) y, el miércoles, los 38° en buena parte del centro y sur de la Península.
En líneas generales, en todo el territorio nacional, la primera quincena será ligeramente más cálida de lo normal. También será un mes «con pocas lluvias», al igual que ha ocurrido en julio.
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