Las organizaciones sanitarias internacionales establecen en 50 microgramos por metro cúbico el máximo de partículas contaminantes PM10 que deben estar en el ambiente para poder decir que ese aire está limpio. Esta misma convención afirma que no es grave que una ciudad sobrepase esta barrera ... de forma puntual, pero cuando ocurre repetidamente sí puede tener consecuencias, especialmente para la población con enfermedades respiratorias crónicas. Pues bien, este escenario que debería ser excepcional se ha repetido ya en varias ocasiones a lo largo de febrero en distintos puntos de Cantabria debido a dos factores: los incendios forestales que producen este tipo de contaminación y la falta de lluvias y la estabilidad que impiden que se limpie la atmósfera. En el caso concreto de la zona de la bahía, la calidad del aire lleva ya diez días por debajo de los estándares europeos.
Desde el ayuntamiento de Santander explican que las competencias en materia de medición de la polución corresponden al Gobierno de Cantabria y que es la Consejería de Medio Ambiente la que cuenta con un protocolo de actuación en estos casos. Lo que ocurre es que para que se active este protocolo, en el que hay más medidas de tipo informativo que de lucha contra la contaminación, la cantidad de partículas PM10 tiene que dispararse 35 veces a lo largo de un año, algo que aún no ha ocurrido. Y no de forma puntual, sino atendiendo a la media diaria. Por eso el Ejecutivo afirma que «no hay riesgo» para los cántabros, algo a lo que también se suma la capital.
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Ámbito autonómico.
El encargado de activarlo y desactivarlo es el Gobierno regional en base a los datos de las estaciones medidoras.
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¿Cuándo se actúa?.
Cuando se superan los niveles medios de contaminación diaria en 35 ocasiones durante un año.
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Medidas.
Las principales son de índole informativa. Hay que avisar a la población y a los servicios sanitarios y de emergencia.
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Estaciones.
Hay once y dependen del CIMA. En nueve de ellas se han superado estos días los límites recomendables de PM10.
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Los límites.
La OMS y Europa señalan que el valor máximo recomendado de PM10 es de 50 microgramos por metro cúbico.
«No hay una amenaza de contaminación», explicó este miércoles la alcaldesa, Gema Igual, quien precisó que «ante un no problema no hay soluciones encima de la mesa». Al ser preguntada por la opción de restringir el tráfico en los accesos a la ciudad como se está haciendo en otras grandes urbes del tamaño de Gijón, Oviedo o Valladolid, la regidora aseguró que «evidentemente si sigue sin llover y los datos así lo indican tenderemos que reaccionar. Tenemos medidas y herramientas para reaccionar, una de ellas puede ser restringir el tráfico pero no se plantea en este momento». Asociaciones como Ecologistas en Acción consideran que los ayuntamientos ya deberían estar actuando al respecto y el Ejecutivo dice que los automóviles producen, sobre todo, dióxido de nitrógeno (NO2), un componente que no está tan disparado.
El concejal de Medio Ambiente, José Ignacio Quirós, afirma que la normativa autonómica concreta que para que Santander o cualquier otro municipio de Cantabria actúe el Gobierno tiene que activar previamente ese protocolo. E insiste, con los informes de 2018 en la mano, en que Santander tiene una buena calidad del aire: el pasado año se superaron cuatro veces los límites recomendados de PM10 en la estación del centro y sólo una vez en la de Tetuán.
Según los datos recogidos por el Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), aunque los niveles más elevados de polución se concentran en la zona de la capital, tampoco se libra de este problema Torrelavega. Allí, este miércoles se superó por sexto día consecutivo la barrera de los 50 microgramos, aunque las cifras están lejos de las de la estación de Cros (Camargo), que estos días han llegado a pasar por encima de los 150. El triple de lo recomendado.
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