Alberto de Mónaco visitará las cuevas de Puente Viesgo el 16 de octubre

Revilla ya anunció durante la colocación de la primera piedra del museo que el monarca le había expresado su voluntad e «ilusión» de viajar a Cantabria para contemplar otra vez la «espectacular» cueva de El Castillo. El vínculo entre Puente Viesgo y Alberto de Mónaco es, precisamente, su tatarabuelo, el mecenas que a principios del siglo XX se encargó de financiar los trabajos arqueológicos que permitieron descubrir las cuevas del municipio, ahora declaradas Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

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Así fue la visita de Alberto de Mónaco a Cantabria en 2010

La llegada de Alberto I a Cantabria en 1909 fue todo un acontecimiento social. Arribó a la capital a bordo de su elegantísimo yate Princesse Alice II y permitió a los santanderinos contemplar uno de los primeros coches que circularon por la ciudad. El motivo era conocer in situ las pioneras excavaciones que lideraban los reputados arqueólogos Obermaier y Breuil, acompañados, entre otros, por sus ilustres colegas españoles Hermilio Alcalde del Río y Lorenzo Sierra.

La visita a la comunidad de su tataranieto el próximo otoño no será la primera. Alberto II ya estuvo en 2010 con el mismo objetivo: ver en persona la cavidad que ayudó a estudiar y difundir su antepasado. Junto a Revilla, completó una apretada agenda. Tras pisar Santander, conoció las cuevas de El Castillo, La Pasiega y Las Chimeneas, comió en Puente Viesgo y voló rumbo a casa.

«Demuestra que lo que hizo en Cantabria su tatarabuelo es uno de los temas de los que está más orgulloso», defiende Revilla, que adelanta que la visita tendrá un gran impacto turístico porque la presencia del rey tendrá un seguimiento internacional debido la relevancia del personaje, que vendrá con su familia: «Nos va a poner en el mapa», destaca.