21 alcaldes no seguirán en el cargo y la continuidad de otros 12 depende de pactos

La escalada de los populares fue a costa de los socialistas y, sobre todo, de los regionalistas. Aunque los de Miguel Ángel Revilla fueron quienes perdieron más cuota municipal, una vez cerrada una parte significativa de las alianzas, el resultado es que el número de regidores que se van para casa son prácticamente los mismos en el PRC que en el PSOE; nueve en el caso del primer partido y ocho en el segundo. Del PP solo sale una –la alcaldesa de San Pedro del Romeral y no por una derrota electoral, sino porque dejó la política– y el resto eran miembros de partidos pequeños e independientes.

El golpe a los socialistas se deja notar especialmente en los municipios medianos –aquellos de más de 10.000 habitantes que no son ni Santander y Torrelavega– y no tanto por su caída, sino por la pérdida de apoyos de sus socios de gobierno o por la recuperación del Partido Popular. En Camargo, Esther Bolado se baja de la Alcaldía tras ocho años a pesar de no haber cedido ningún concejal y dará el relevo a Diego Movellán. También pasa del PSOE al PP el Ayuntamiento de Santa Cruz de Bezana (se despide Alberto García Onandía). Sí hubo algo de pérdida de apoyos en Piélagos (Verónica Samperio, que aunque se lo pensó finalmente sí cogerá el acta de concejal y se pondrá al frente de la oposición), donde ocurre lo mismo que en los dos casos anteriores. Y hubo una caída más acentuada de los socialistas en Santoña y Laredo para disgusto de Sergio Abascal y Charo Losa, respectivamente.

En el caso del PRC, José Manuel Cabrero dará pasó en Miengo a una mayoría absoluta del candidato popular y también el PP asumirá el control de Los Corrales de Buelna, aunque con un pacto con los regionalistas que hasta ahora dirigía el regidor en funciones, Ignacio Argumosa, que esta semana confirmó que dimitía tras los malos resultados y para facilitar que se reedite la alianza. De los 21 alcaldes que lo dejan, la única que ha sido apartada por sus vecinos y que tenía mayoría absoluta era Gema Perojo, en Solórzano. Es verdad que la variación de voto no ha sido enorme, pero suficiente para que el PP robe un edil al PRC y se mueva la balanza. Curioso es el caso de Cieza, donde Luis Herrera llegó de rebote tras la dimisión de la socialista Lorena Pérez por un caso de presuntas irregularidades y ahora ha caído del lado popular. Y casi más curioso es el de Bareyo. Allí el regionalista José de la Hoz mantuvo el bastón de mando en 2019, dio un paso atrás y le sucedió una Ángela Ruiz que en estas elecciones no ha ido en los puestos de salida de su partido. Ruiz se va, seguro, y ya se verá si vuelve De la Hoz o el candidato popular.

A falta de los pactos, tiene pinta de que el PRC también se quedará sin Reinosa. Se sabía que no seguiría el alcalde regionalista José Miguel Barrio, que se jubila. Ya sea por el cambio de candidato o por castigo a la gestión de Barrio, su partido ha caído en votos y en puestos hasta ser tercera fuerza en la capital campurriana. Como Barrio, hay otros seis casos de alcaldes que no han sido expulsados directamente por los electores, sino que fueron ellos los que antes se apartaron.

Ocurrió eso con el histórico Francisco Linares, que llevaba en el poder desde las primeras elecciones municipales de la democracia. Lo que pasa es que en su pueblo, Herrerías, el PRC sí mantiene una cómoda mayoría. También con Santiago Rego en Liérganes. Él se retira de la primera línea política y su partido (ULP) tiene opciones de seguir en el poder, pero hay otros pretendientes que le podrían arrebatar la Alcaldía. También era independiente Rubén Ruiz en Pesquera, pero sin él nadie ha querido tomar las riendas de la agrupación de electores del pueblo y el Ayuntamiento se ha ido para el PSOE. Más hacia la costa está el caso de San Vicente de la Barquera, donde Dionisio Luguera cierra una etapa de ocho años como regidor bajo las siglas socialistas. Igual que Barrio en Reinosa, su adiós se ha traducido en una pérdida significativa de apoyos a su partido.

Los que no saben si continuarán o no son los alcaldes de otros doce municipios. Algunos tienen muchas opciones de seguir como Víctor Reinoso en Cabezón de la Sal y otros todo lo contrario, como su tocayo Víctor Gutiérrez en Ampuero.

El acto solemne de cesión del bastón de mando tendrá lugar mañana de forma coordinada en todos los ayuntamientos de España. Por ahora, todos los consistorios cántabros han fijado los plenos de constitución del nuevo pleno en horario de mañana. Los más madrugadores, a las 09.00 horas, serán Valdeolea y Ruesga, donde repiten los actuales alcaldes. En el extremo contrario están Escalante, Villafufre y Los Corrales, cuyos concejales tendrán que retrasar la comida porque están convocados a las dos de la tarde. En aquellos lugares donde un candidato tenga mayoría absoluta, bien porque la haya logrado su partido solo o porque la haya alcanzado mediante pactos, está claro quien saldrá elegido alcalde. En los que ninguno de los cabeza de lista tenga el apoyo de la mitad de ediles más uno, saldrá regidor el que lidere la lista más votada en las elecciones, no en la votación del pleno. Estarán en el poder durante cuatro años a no ser que se active el mecanismo de la moción de censura, como ocurrió la pasada legislatura en localidades como Guriezo –por cierto, allí la alcaldesa tampoco repite tras un mandato de esperpento– o Rionansa, donde la política local reciente ha sido igual de peculiar.