Dos alcaldes que gobiernan en soledad

«Ella es la responsable», se defendió el portavoz del PP señalando a la alcaldesa, María Rivero, cuyas formas de llevar las riendas del Consistorio ha levantado en armas a una parte de los vecinos hasta el punto de que de forma periódica se convocan manifestaciones delante del Ayuntamiento. La critican desde el PRC, el partido que gobernaba con Ángel Llano a la cabeza hasta la moción de censura de junio de 2020, pero también los ediles que apoyaron a la regidora para tomar el bastón de mando:PP, Somos Guriezo y Vecinos por Guriezo. Poco a poco se fueron separando de Rivero por sus formas de actuar y alegando «imposibilidad de entendimiento». Así hasta el momento actual, en el que gobierna –para muchos simplemente está, porque gobernar implica una gestión del día a día que no ven– sola. Sin compañeros. Y las pocas cosas que salen adelante durante los plenos se aprueban con apoyos puntuales.

La moción de censura contra el regionalista Ángel Llano salió adelante en verano de 2020 y desde entonces María Rivero es regidora de Guriezo. El PSOE la expulsó del partido por el pacto 'contranatura' con el PP para llegar al poder y su gestión ha generado una gran contestación social en el municipio. Extrabajadora de una carnicería, como su antecesor, tiene dedicación exclusiva y cobra 40.800 euros.

La situación de Guriezo, la de una única persona en el equipo de Gobierno municipal, es una anomalía en la política local de Cantabria sin apenas precedentes. Una extrañeza que, sin embargo, esta misma legislatura se va a repetir en la comunidad autónoma. En concreto, en Ruente. Si Rivero, que se presentó a las elecciones en las listas del PSOE, es ahora considerada como «tránsfuga»por su partido por promover una moción de censura 'contranatura' en contra de los regionalistas y de la mano de los populares, el PRC también considera tránsfuga a Jaime Díaz Villegas, hasta hace unas semanas fiel a las siglas de Revilla.

Trabajador del servicio de Montes del Gobierno de Cantabria con plaza en la comarca de Liébana, llegó a la Alcaldía de Ruente en 2015, gracias a un pacto con los ediles socialistas. Cuatro años después, logró repetir al frente del Ayuntamiento, esta vez con mayoría absoluta al sumar cinco de los nueve representantes en juego. No descarta repetir en 2023 como independiente o en otro partido. Tiene dedicación parcial y cobra 15.900 euros al año.

El caso de Ruente se ha desencadenado después de que el alcalde haya roto a mitad de mandato el carné del PRC por las diferencias con la línea oficial del partido y la falta de apoyo de las distintas consejerías para acometer proyectos en su localidad. Allí no hay cambio de titular en la Alcaldía, pero también se ha quedado solo porque los cuatro concejales que le respaldaban se han pasado a la oposición. Existen analogías con Guriezo, pero también diferencias. Según Díaz Villegas, él sí cuenta con el apoyo de los vecinos. «Es impresionante el apoyo que estoy recibiendo de mis vecinos, me dicen que siga adelante», apuntaba en una entrevista en este periódico hace diez días.

También es distinto el ámbito y las dimensiones del municipio. Si Guriezo tiene una población de 2.401 personas según el censo de 2021, en Ruente no llegan ni a la mitad. Son 1.034 habitantes, por lo que, en teoría, la localidad es mucho más abarcable para una sola persona. Además, los excompañeros de Díaz Villegas en el PRC dicen que, aunque han abandonado todas sus responsabilidades como miembros del equipo de Gobierno, no se cierran a apoyar al alcalde de forma puntual. «Fuimos elegidos para trabajar por y para Ruente y lo seguiremos haciendo como lo hemos hecho hasta ahora, buscando siempre lo que sea más beneficioso y suponga mayor bienestar para los vecinos», razonan los regionalistas.

El contexto también es más favorable porque en Ruente hay unos Presupuestos aprobados, lo que permitirá al regidor sacar adelante muchas decisiones mediante decretos de Alcaldía «y los asuntos que haya que llevar a votación por pleno». «Apelaremos al sentido común de los concejales para que vean que son cosas razonables para el municipio», subraya el protagonista.

No es ni parecido. El clima en Ruente, por lo menos a día de hoy, es mucho más respirable que en Guriezo. La prueba de que el PRC no está del todo incómodo con la situación y de que ha tenido que pedirle que renuncie al acta a regañandientes es que Díaz Villegas dejó de ser militante hace meses y hasta que este hecho no salió en el periódico el Comité de Garantías no se dio por enterado. Fue en ese instante cuando puso en marcha el proceso para retirarle todos sus cargos y dejarle fuera del grupo municipal.

Tienen que sucederse todavía muchos capítulos previos para que en Ruente ocurran episodios como el del colegio de Guriezo, donde los profesores y padres denunciarion que la «inacción» del Ayuntamiento dejó sin gasoil la caldera durante el invierno y la Consejería tuvo que acudir al rescate. Es uno de los muchos problemas que denuncian los vecinos que se juntan en la plaza de La Chiquita. Los partidos políticos quieren promover otra moción de censura, pero como sería la segunda en menos de dos años, la ley pone dificultades. En Ruente, actualmente, todos los actores parecen descartarla.