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Este martes, la preocupación de los alcaldes por los daños que el temporal cause en sus municipios (que a veces son muy costosos) cambia mucho dependiendo de si los territorios han sufrido otras inundaciones en los últimos años. Porque, como señala Verónica Samperio, alcaldesa de ... Piélagos, «las pasadas las tenemos muy presentes» y, por eso, «ayer nos entró un poco de psicosis al ver la velocidad con la que crecía» el caudal del río Pas, que en su zona siempre se sale en los mismos tres lugares. En noviembre de 2021, la crecida causó verdaderos estragos en Piélagos y ese recuerdo disparó ayer la inquietud entre vecinos y responsables municipales sin que, finalmente, hubiera grandes desperfectos. En otros lugares, como en Laredo (que este martes es uno de los puntos de Cantabria que más está sufriendo) y Castro Urdiales, otro que ha pasado «una noche dura», los Ayuntamientos ahora solo piensan en gestionar las incidencias, porque no dan abasto.
Castro Urdiales- Susana Herrán, alcaldesa
«La cantidad de agua está siendo exagerada y los desagües no son capaces de darle salida. Como tenemos el mar muy cerca, también nos influyen la bajamar y las horas de pleamar, que esta vez, por suerte, no ha tenido un coeficiente muy alto. Si lo hubiera tenido, hubiera sido mucho peor». Así resume Susana Herrán, alcaldesa de Castro Urdiales, la situación en su municipio, que está siendo muy castigado desde ayer por la tarde-noche, con inundaciones en garajes y urbanizaciones de Sámano, Mioño y otros muchos puntos, como Lusa. «Las llamadas a Protección Civil y Bomberos han sido continuas», señala, «pero es que también ha llovido sin cesar». Y se han visto muy afectados el polígono de La Tejera, el polideportivo Peru Zaballa y el instituto José Zapatero, que mañana miércoles tampoco abrirá «aunque -por fortuna- los profesores están dando las clases a través de la plataforma de Educación». «Y desde luego, total reconocimiento a los servicios de emergencias, que han tenido que hacer frente a una noche muy larga y dura. A la ciudadanía le pedimos paciencia, porque esto es algo que no se puede controlar. Hace ya unas horas que ha dejado de llover, pero los ríos llevan muchísima agua. Habrá que esperar».
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Laredo-Juan José Revuelta, edil de Seguridad Ciudadana
En Laredo también viven muy pendientes de las previsiones meteorológicas desde la media tarde del lunes. «Todavía quedan por caer unos cuantos litros, aunque los niveles de agua han bajado en algunos puntos», sostiene Juan José Revuelta, concejal de Seguridad Ciudadana, que añade, por lo que ha visto en las últimas horas, que hay zonas de la villa donde «el suelo ya no traga más agua». En el barrio de San Lorenzo, por ejemplo, es imposible el acceso, «por una acumulación de agua de 20 centímetros al nivel de la calle, lo que significa que en los bajos y garajes la situación está peor. También por el barrio de Pelegrín está discurriendo una cantidad de agua tremenda y el número de incidencias está siendo altísimo». Revuelta explica que se están juntando varios factores: «el volumen de agua del Asón, que se está yendo a los regatos del municipio y están rebosantes, el agua de la autovía, que se acaba desaguando hacia el centro urbano, el elevadísimo nivel de precipitación... El Ayuntamiento está volcado en abrir vías de evacuación al agua. Se ha abierto un canal en la salida del río Mantilla, otro en el cauce de aguas pluviales en la playa de la Salvé y otra pala trabaja en el bario Pelegrín», informa Javier González Mellado.
Piélagos-Verónica Samperio, alcaldesa
«Hubo un momento ayer, lunes, en que pareció que el día se iba a complicar muchísimo y hubo un poco de histerismo», reconoce Samperio, cuyo equipo decidió avisar a los propietarios cuyas viviendas están construidas en zonas inundables para que pusieran a salvo vehículos y objetos de valor que tuvieran en garajes y sótanos. «Hoy ya estamos más tranquilos», cuenta la alcaldesa, «porque desde media tarde del lunes se vio que el caudal se mantenía o bajaba». Nada que ver con lo ocurrido hace 14 meses, en que el río se volvió loco «en tres cuartos de hora» y no quedó otra que lamentarse a toro pasado. «Ahora estamos vigilantes. Tenemos activada a la Policía Local 24 horas si hace falta y también a los operarios de obras. Y estamos pendientes de la información de la Confederación Hidrográfica. Creemos que el momento crítico era ayer y ya pasó, pero nunca se sabe. Más tranquilos sí», resume, aunque no del todo confiados.
Liérganes- Santiago Rego, alcalde
Similar sensación se vive en el Ayuntamiento de Liérganes. Allí ayer se desbordó el arroyo de La Vega y afectó a algunas viviendas y también ha habido desbordes del río Pámanes en Pámanes y anegado algunas fincas, relata el alcalde Santiago Rego. También tranquilo porque ve que el Miera, por su municipio, «no baja con tanto caudal como ayer» y se felicita porque no entró el agua «en el molino que acoge el centro de interpretación del Hombre Pez», como en anteriores ocasiones. En Liérganes, por tanto, este martes se vive con cierta normalidad aunque sin perder de vista la previsión que anuncia nevadas. «Si empieza a nevar fuerte en San Roque de Riomiera, nosotros volveremos a estar muy atentos al río».
Ramales de la Victoria- César García, alcalde
En Ramales de la Victoria se ha pasado en pocas horas de la incertidumbre a una relativa calma, según cuenta su alcalde César García, que admite que el lunes «hubo tensión y preocupación», también por el vecino municipio de Ampuero, ya que son numerosos los ramaliegos que trabajan en el polígono industrial del ayuntamiento vecino, levantado en zona inundable. En Ramales se batió este lunes el récord de precipitación recogida de toda España: 120 litros por metro cuadrado. Al día siguiente, García asegura que las consecuencias no han sido grandes, si bien «siempre que viene un temporal de este tipo te quedas sin saber qué puede pasar». En la mañana del martes, «el mayor problema no es que se salga el río Asón (a no ser que ocurra algo grave como en el año 82), lo peor es un regato en la cueva de Cullalvera, que no desagua si el río baja alto e inunda locales comerciales y garajes».
San Felices de Buelna- J. Antonio G. Linares, alcalde
Otros lugares donde se recogieron más de 100 litros por metro cuadrado, Villacarriedo y San Felices de Buelna, no han acusado tampoco grandes desperfectos. José Antonio González Linares mantiene desde San Felices que, con lo que cayó, «tuvimos una carretera cortada medio día, pero no nos hizo trastorno porque hay variante. Los ríos están bastante limpios y no dieron problemas más que alguna arqueta que se saltó y nos tuvo pendientes una hora o dos hasta que se normalizó todo. No nos podemos quejar de muchos desperfectos». González Linares confía en que en el valle de Buelna la cosa no vaya a más porque «esta noche ha llovido poco y hoy por la mañana, lo mismo».
Villacarriedo- Ángel Sáinz, alcalde
Tampoco en Villacarriedo -donde este lunes se recogieron casi 108 litros por metro cuadrado- se han tenido que lamentar «incidencias gordas: hemos tenido atascos de tuberías, cuentas desbordadas en Tezanos y algún otro sitio, pero nada muy reseñable». Ángel Sáinz, el alcalde, cuenta que es cierto que «la gente estaba preocupada viendo el estado en que bajaba el Pisueña, pero se quedó ahí porque no fue a más. El caudal este martes ya se ha reducido y el arroyo Baudero -desde cruce de Carriedo- que algunas veces generó problemas, no se desborda hacia el pueblo porque lo canalizamos». Así que este martes, en Villacarriedo siguen muy pendientes de las previsiones meteorológicas y, al tiempo, pensando que lo peor puede haber pasado.
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