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Hubo pocos momentos de silencio sepulcral este sábado en la explanada anexa al Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Excepto cuando el guitarrista Alejandro Martín y la Asociación Cultural Orquesta del Cantábrico (Oscan) tocaron los primeros acordes de 'Corazón Partío', una de las canciones más ... emblemáticas de Alejandro Sanz. Ahí la emoción se apoderó de todos los presentes, que enmudecieron durante unos segundos para disfrutar de lo que entendieron como un «regalo». Hasta que esa emoción fue imposible de contener y se arrancaron a cantar. «Para qué me curaste cuando estaba herido... si hoy me dejas de nuevo el corazón partío», entonaron algunos, sin poder contener las lágrimas. Con ese mismo sentimiento lo vivió el propio autor de la pieza musical, que recibió con «orgullo y honor» el Premio Beato de Liébana –correspondiente al año 2023–, en la categoría de Entendimiento y Convivencia, con el que fue reconocido durante un día que recordará «para siempre». En el acto también se distinguió a la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), representada por su directora general, Beatriz Domínguez-Gil.
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Cuando aún faltaba más de media hora para que comenzara el acto de la VI edición de los Premios Beato de Liébana, la expectación era máxima. Igual que las medidas de seguridad. «Alejandro Sanz puede aparecer en cualquier momento y queremos saludarle. Nos da igual la foto, pero sí poder decirle que es el mejor», comentaba Cristina Herrera, que viajó con un par de amigas desde Santander hasta al santuario de Camaleño para ver al «cantante de su vida». En el caso de Teresa Heras, vecina de Potes, el trayecto en coche fue más breve. Pero la emoción era la misma. «Sus canciones han sido la banda sonora de mis días y este premio está más que merecido».
Y llegó el momento. Los gritos de sus seguidores indicaron que el cantautor ya había salido del interior del monasterio, donde permaneció un rato junto a la presidenta del Gobierno, María José Sáenz de Buruaga, y su equipo antes del inicio del acto. En los escasos cuarenta metros que recorrió hasta llegar al escenario, Sanz se paró más de siete veces. Muy cercano y amable, respondió con gratitud a los fans que le pidieron fotografías e incluso abrazos. Pero el evento tenía que empezar.
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El encargado de dar el discurso inaugural fue el obispo de Santander, Arturo Ros, quien se refirió al santuario como el lugar en el que el peregrino «busca la verdad, y esa verdad está aquí, en un lugar de encuentro con Dios». «Gracias a los galardonados de corazón porque procuráis la salud de nuestras vidas», comentó. «Con el trabajo de la ONT podemos vivir y la música de Alejandro Sanz alegra el alma».
Otra de las asistentes que vivió con intensidad todo el acto fue la presidenta regional, encargada de entregar ambos galardones, que se emocionó tras escuchar 'Corazón partío', justo antes de su discurso «¿Y ahora qué? ¿Qué hago yo ahora?», bromeó antes de empezar a hablar. Buruaga reconoció que el de este sábado ha sido un día «muy especial» por entregar estos premios a la ONT, que conoció de cerca durante su etapa como consejera de Sanidad y que además «representa uno de los grandes valores de Cantabria, líder en España en donaciones de órganos desde 2015». Y también a Alejandro Sanz, «el mejor embajador de la música y la cultura española, que ha puesto música a momentos de la vida de varias generaciones»», añadió.
La presidenta mostró su admiración por ambos premiados que, desde sus diferentes ámbitos, «se dejan llevar por esa 'fuerza del corazón' que impulsa el arte y el compromiso social de Alejandro Sanz, y que late en las donaciones y el trabajo de la Organización Nacional de Trasplantes». A su juicio, ambos son «marca España» y coinciden en «la voluntad de entregarse a una labor en beneficio de los demás, llevar lejos un mensaje de colaboración entre los pueblos y las personas y propagar las buenas obras, las que cierran heridas, las que curan, las que ayudan a vivir y a convivir», comentó Buruaga, para quien el sistema público ha sido «modelo de gestión» desde que se puso en marcha la ONT, fundada en 1989.
Tampoco se olvidó de ensalzar la labor que realiza el Hospital Marqués de Valdecilla, «punta de lanza del modelo español y, también, un privilegio para los cántabros con Eduardo Miñambres desarrollando una magnífica labor como coordinador autonómico de trasplantes».
Con el mismo orgullo se refirió a las «decisiones maduras» de Alejandro Sanz, «que escribió sus primeras letras, sus primeras notas, con el corazón de la juventud, y que hoy nos deja un legado de responsabilidad más allá de su triunfo artístico, más allá del reconocimiento multitudinario de sus composiciones».
Buruaga recordó que la cita de este sábado fue un «preámbulo» a la clausura del Año Jubilar Lebaniego, que cerrará la Puerta del Perdón el próximo domingo. «El Año Jubilar une patrimonio y naturaleza, funde modernidad e historia, que enlaza presente y futuro, que mira hacia adelante con confianza en sí misma y determinación». Y añadió: «Aunque se cierre la puerta, el camino continúa con la preparación del próximo Año Santo 2028».
Al acto también acudieron, entre otros representantes institucionales, los expresidentes de Cantabria, José Joaquín Martínez Sieso y Miguel Ángel Revilla; los consejeros de Presidencia, Isabel Urrutia; de Salud, César Pascual; de Fomento; Roberto Media; de Turismo, Eva Guillermina Fernández, y de Inclusión Social, Begoña Gómez; además de la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego; diputados regionales y nacionales y alcaldes de la comarca, además del Padre Ángel y del Guardián del monasterio, Juan Manuel Núñez.
Del ámbito sanitario estuvieron presentes, además de Eduardo Miñambres, coordinador de trasplantes de Valdecilla; la gerente del hospital, Dolores Acón; la presidenta del Colegio de Enfermeras de Cantabria, María Luz Fernández; el presidente del Colegio de Médicos de Cantabria, Javier Hernández de Sande, y el presidente de la Organización Médico Colegial (OMC), el cántabro Tomás Cobo, entre otros.
Alejandro Sanz aprovechó su discurso para lanzar un mensaje de apoyo al chef José Andrés, que también recibió el premio Beato el año pasado, tras la muerte hace unos días de siete de los cooperantes de su organización World Central Kitchen (WCK), en un ataque del Ejército israelí en Gaza. «Quiero enviarle un enorme abrazo», comentó el cantante. También la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, se refirió al chef durante su intervención, y le trasladó el apoyo de los cántabros tanto a él como a la «gran familia» que forma su ONG. «Un ejemplo de solidaridad y grandeza humana», concluyó la jefa del Ejecutivo.
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