La alta demanda que soporta Pediatría de Valdecilla acelera el plan de invierno

«El problema es que, aparte de las infecciones por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), que es el que causa los episodios de bronquiolitis en los más pequeños y que se han adelantado de forma brusca, el servicio de Pediatría ya tenía una alta carga de trabajo derivada de la atención a otras patologías, que no sólo siguen estando ahí, sino que en algunos casos se encuentran al alza», destacan desde la Gerencia, en referencia, especialmente, a la hospitalización de adolescentes indicada desde Psiquiatría. Los trastornos de salud mental se han acentuado de forma preocupante con la pandemia. Los casos de anorexia y bulimia, detectados en algunos casos a edades muy tempranas, se han disparado, como denunció recientemente la asociación de afectados por trastornos de la alimentación (Adaner). «En estos momentos tenemos ocho pacientes, pero no sólo es que este tipo de ingresos ha aumentado, sino que las estancias de estas menores en el hospital son cinco veces más largas que la media», explica María Jesús Cabero, jefa de servicio de Pediatría, que ayer cruzaba los dedos para que los recursos habilitados sean suficientes para hacer frente al fin de semana. «Porque nunca sabes lo que puede venir», señala.

Además de la ampliación de camas en planta (había ocupadas ayer 29 de 30), la Unidad de Corta Estancia de Urgencias, que tiene capacidad para nueve niños, también se ha destinado a hospitalización -ayer estaba completa-. «Ahora tenemos algo de margen para más ingresos, teniendo en cuenta que habrá altas, pero iremos viendo la evolución y ampliaremos lo que haga falta para que los niños sean atendidos en las mejores condiciones siempre», subrayan desde la Dirección.

En las dos últimas semanas la tasa de ingresos, sobre todo de menores por debajo de los dos años con episodios de bronquiolitis y crisis asmáticas, se ha duplicado. Y lo mismo ha ocurrido con el volumen de urgencias -en torno al centenar diario-, de los que uno de cada diez acaba ingresado. Por esta causa o por otras habituales, como traumatismos, debut diabético o cuadros digestivos, por citar algunos ejemplos.

Un cúmulo que ha tensionado el servicio, que recibe también a los menores enviados desde Sierrallana (allí no hay hospitalización infantil) y que no se espera que se alivie a corto plazo. «Aunque se ha adelantado un poco, estamos en la época en la que la mayor demanda asistencial se suele concentrar en los niños», añaden. Hasta que entre en escena la gripe -inexistente el invierno pasado por las medidas anticovid, como ocurrió con el VRS en los niños, que ahora ha resurgido-, que es cuando la presión llegará a la población adulta, ahora en proceso de vacunación. «La próxima semana puede ser incluso peor», augura Cabero, que teme el impacto de la vuelta a las aulas tras las vacaciones.

El plan de contingencia de los hospitales está diseñado, precisamente, para hacer frente a la demanda del invierno de manera que repercuta lo menos posible en el resto de la actividad, siendo la más sensible la quirúrgica. La gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Celia Gómez, afirma que, «de momento», el incremento de ingresos pediátricos así como el de pacientes de Medicina Interna, que también se está empezando a notar en Valdecilla, «no está afectando a las cirugías». La programación se mantiene, pero admite que «estamos pendientes, lógicamente, de cómo va evolucionando la situación». Además, destaca que, pese a que la incidencia de covid sigue subiendo de forma suave en Cantabria, ese aumento no se está traduciendo en ingresos.