Extremadura, Asturias y Murcia también adelantan a Cantabria en la alta velocidad

Los asturianos ya tienen una fecha en el calendario para disfrutar del tren rápido después de que el Ministerio de Transportes anunciase la semana pasada la llegada del AVE para mayo de 2023, según publica el periódico El Comercio. Un proceso que no ha estado exento de retrasos y problemas para cumplir con los plazos fijados tras giros políticos, modificaciones técnicas y problemas presupuestarios. De hecho, la puesta en marcha todavía se acoge con cierta cautela en la comunidad vecina. Y en Murcia, las últimas previsiones apuntan a que estará listo para finales de este mismo año con un servicio de cuatro a cinco trenes al día, según publica el periódico regional La Verdad.

¿Y qué pasa con Cantabria? Mientras el engranaje se pone en marcha en otras regiones y algunas ya planean los minutos que se ahorrarán en los trayectos, las frecuencias disponibles y cuándo saldrán a la venta los billetes, Cantabria avanza lenta en las obras para acercar la comunidad a la capital española. El pasado mes de noviembre la región dio el pistoletazo con el inicio de las obras en el tramo Amusco-Osorno tras paralizar por sorpresa los trabajos en la zona hace una década. A día de hoy, las obras marchan sin que los cántabros tengan una fecha clara de cuándo verán circular el primer AVE en la comunidad con una antesala de años de reivindicaciones y demandas políticas y sociales sin éxito.

Las previsiones calculan que cuando se terminen los tramos Palencia Norte-Amusco y Amusco-Osorno, el viaje de Santander a Madrid se acortará un cuarto de hora. Los trabajos en estos 22 kilómetros de recorrido costarán 79 millones de euro y tienen un plazo de ejecución de 40 meses. Además, los 36 kilómetros entre Osorno-Alar del Rey deberían estar en funcionamiento a lo largo de 2025 y de los 43 kilómetros entre Alar del Rey y Reinosa apenas se tienen detalles. Es más, todavía no se conoce el proyecto concreto. Con todo este trazado de obras, el viaje hasta la capital española se reduciría a 3 horas y 15 minutos.

Eso sí, lo que se sabe es que la línea AVE solo llegará hasta Reinosa, ya que la orografía desde la capital campurriana a Santander es tan compleja que resulta económicamente inviable extenderla más allá y crear una plataforma que permita un viaje de 350 kilómetros por hora, el máximo posible hasta ese punto. Así, los trabajos se centrarán en mejorar la actual vía para que tenga mejores prestaciones y ganar algún minuto que otro.