El alto precio de la mantequilla pone en jaque al sector del sobao pasiego

Un hecho que no termina de contentar a los productores. «El coste de la mantequilla es un disparate ahora mismo, es el doble de lo que costaba hace no mucho tiempo», así de contundente se muestra José Ángel Sainz, responsable de sobaos El Andral. «Necesitamos que haya alguna empresa que se interese en la producción de la mantequilla. Hay que hacer hincapié en ello». Sainz teme que si no se toman medidas al respecto, puede que esto repercuta en la pérdida de puestos de trabajo: «Estamos produciendo a pérdidas, el precio de la mantequilla encarece al del sobao». Un factor que se puede traducir en una menor producción en el futuro. «El tema está delicado, pero soy optimista en que baje un poco el precio y no haya que tomar medidas drásticas como bajar la cantidad que se produce o reducir la plantilla», confiesa Sainz.

La problemática la conoce bien Guillermo Blanco, exconsejero de Desarrollo Rural y actual portavoz del PRC en esta materia: «Las productoras con el sello de calidad IGP tienen problemas financieros a raíz del coste de esta materia prima. En Cantabria se produce mantequilla de forma escasa para comerciar, pero no como materia prima y eso hace que se compre fuera de España con un precio muy fluctuante». El diputado regionalista cree que es necesario que se explore la posibilidad de que la producción de mantequilla se realice aquí. «Bienvenida sea la ayuda para los productores, pero es pan para hoy y hambre para mañana. Hay que producir mantequilla y así no tener que ir a buscarlo a Europa», asegura. Asimismo, Blanco reitera la necesidad de invertir en industria transformadora. «Hay que fomentar industrias que se dediquen a ello, pero que la apuesta sea con la ayuda del Gobierno regional».

Algunos empresarios piensan en la mantequilla como una oportunidad de expansión. «Nosotros llevamos mucho tiempo dándole vueltas al tema por el gran consumo que tiene para sobaos y corbatas», subraya Ivón Entrecanales, propietario de Granja Cudaña. «En nuestro caso, algunos clientes nos plantean la opción de hacer nata, pero es inviable que podamos elaborarla con nuestra propia leche, tendríamos que comprar la nata e invertir en un obrador nuevo». Entrecanales aprecia que es una tarea pendiente en Cantabria. «Hace años teníamos la obsesión de que la grasa y la mantequilla era tan mala para la salud, pero todo lo bueno -vitaminas, calcio- se encuentra ahí», apunta.

Algunas de las empresas que fabrican mantequilla de forma artesanal en la región realizan producciones pequeñas enfocadas a un cliente específico o productos de alta calidad. «La gente que produce a gran escala mantequilla normalmente son empresas que embotellan leche, nosotros compramos la nata y elaboramos de forma artesanal la mantequilla», remarca César Ruiz, gerente de La Pasiega de Peña Pelada. «Nuestro objetivo no es competir con las empresas que generan la nata, ellas tienen un destino final diferente al nuestro en el mercado». Ante la idea de una cooperativa de la mantequilla piensa que no es «rentable», sino se forma en torno a la leche.

Otro de los productores artesanales de mantequilla es La Jarradilla. Álvaro Carral, trabajador en esta empresa, señala que «el proceso de elaboración es muy artesanal y por ente muy laborioso, entonces acaba teniendo un precio de mercado muy alto». Aunque sí opina favorablemente sobre una cooperativa: «Con la industria que tenemos en Cantabria, la gente la compraría, pero tendría que ser con precios competitivos».