Los alumnos cántabros vuelven a clase sin apenas incidencias por el temporal, salvo en Reinosa y Espinama

La incidencia en el instituto de Reinosa tiene dos focos: por un lado, 70 de los 650 alumnos matriculados no pudieron acudir por problemas en el transporte, y por otro, una avería en las tuberías de calefacción, que afectó a la toma general de agua, dejó sin clase a los alrededor de 150 alumnos de Formación Profesional del centro, aunque todos ellos recuperarán la normalidad mañana, según ha informado la Consejería de Educación. Para ello y en tanto se prolongan las tareas de reparación a lo largo de la semana, el centro reorganizará los espacios.

Mientras, al colegio rural agrupado (CRA) de Espinama no han podido acceder sus 10 alumnos a causa de la acumulación de nieve.

Además de estos problemas, el transporte escolar ha funcionado casi con absoluta normalidad, salvo alguna pequeña incidencia en las zonas más altas, como es habitual cuando se producen importantes precipitaciones de nieve. Así, por ejemplo, se ha suspendido la ruta de Lon (Camaleño), que transporta a cuatro alumnos hasta centros educativos de Potes.

Como norma general, los vehículos han podido circular sin problema por las vías principales, pero sin acceder a los núcleos de población más pequeños. Esta situación se ha dado en algunos núcleos poblacionales en los que reside alumnado de los colegios Virgen de la Velilla, en Polientes (Valderredible); Valdeolea, en Mataporquera (Valdeolea); Casimiro Sainz, en Matamorosa (Campoo de Enmedio); y Rodríguez de Celis, en Paracuelles (Hermandad de Campoo de Suso).

La consejera de Educación, Formación Profesional y Turismo, Marina Lombó, que se ha desplazado a primera hora hasta el IES Montesclaros, ha explicado que las incidencias registradas hoy son las «habituales» en una jornada de temporal. La previsión, ha continuado, es «buena, y de hecho el Gobierno de Cantabria desactivó anoche la fase de preemergencias del Platercant ante la mejora de las previsiones meteorológicas».

Por otra parte, la consejera ha instado a toda la comunidad educativa a «seguir cumpliendo con las medidas de prevención del covid con el mismo rigor que durante el primer trimestre», para poder seguir garantizando una docencia presencial, que se ha demostrado «imprescindible».

Por ello, se siguen manteniendo las ventanas abiertas para asegurar la ventilación, pese a las bajísimas temperaturas, lo que obliga a los alumnos a estar fuertemente abrigados dentro de las aulas.

Ha reconocido Lombó que, como hasta ahora, el aumento de la incidencia en la sociedad cántabra tendrá «su reflejo en las aulas», al tiempo que ha recordado que la prioridad en el ámbito educativo es que se cumplan las medidas para que no se produzca transmisión dentro de los centros.

«Sé que está siendo un curso difícil, muy complicado para el personal docente y no docente de los centros, pero cada vez queda menos para que esta situación pase y es importante no bajar la guardia», ha dicho Lombó.