Los alumnos del Torres Quevedo deberán pagar 400 euros tras perder el vuelo

La explicación que proporcionó la agencia a las familias, en base al relato de los profesores que están en Londres con los estudiantes, es que acudieron con dos horas y media de antelación. «Llegaron a tiempo. Estaban haciendo la cola para facturar la maleta y en un momento dado se paralizaron todas las cintas de facturación. Por eso, les cambiaron de fila a la de equipajes más voluminosos. Una vez el personal de Ryanair se da cuenta de que la situación se les ha ido de las manos, por el caos generado, les dicen que les iban a dar prioridad en otra fila. Finalmente no se les dio no saben por qué y tuvieron que esperar en medio de ese jaleo de gente. Cuando llegaron a la puerta de embarque, que estaba muy lejos de la facturación, el avión se acababa de marchar».

Según lo que cuentan algunos padres y madres presentes en el encuentro con la agencia, los casi 400 euros que deberán pagar por cada alumno se explican por las tres noches que han pasado en el hotel Novotel, ubicado en las inmediaciones del aeropuerto de Stansted; los billetes a Bilbao y el dinero gastado durante estos días. «La agencia lo único que ha hecho es defender su gestión y echar balones fuera», cuentan a El Diario Montañés algunas familias afectadas. Ha sido la organización la que ha abonado por adelantado todos los gastos, pero serán las familias las que deban pagarlo. «Dicen que lo más seguro es que nos lo devuelvan al reclamar», añaden estas mismas personas, que reconocen que el encuentro con el gerente de la compañía fue «tenso» en algunos puntos ya que no entendían sus explicaciones. Desde la organización, detallaron que buscaron «muchas alternativas» y que optaron por la más económica. Está previsto que este martes se produzca otra reunión, pero en este caso entre las familias y la dirección del Torres Quevedo.

A pesar de que desde el instituto no han respondido a las preguntas de este periódico, sí que publicaron una foto en Instagram de todo el grupo de Londres, acompañado de un mensaje: «Ante la alarma generada por la publicación en prensa, queremos trasladar calma. El alumnado se encuentra bien, realojado y descansando en un hotel, con un vuelo de vuelta para el martes. Un largo día en el colapsado aeropuerto. Gracias a los profes, acompañantes y a la agencia por todas las gestiones. También agradecemos el apoyo de nuestro consejero, pendiente y colaborando para encontrar la solución más adecuada», se podía leer.