Álvaro Calera gana un bronce «que sabe a oro» en las Olimpiadas nacionales de FP

Álvaro Calera Trueba (Cicero, 2002) maneja llaves, destornilladores, gatos o pistolas de pintura con soltura. También es copiloto de rallies. Hoy empleado en los Talleres Trevilla de Ramales, se ha preparado a fondo para el puesto cursando un ciclo superior de FP en Automoción en el IES Fuente Fresnedo de Laredo –donde también aprobó el tituló en Electromecánica–. «Los coches siempre han sido mi 'hobby' y es que lo quise estudiar», explica Calera con sencillez. Y también responde con modestia, quizá timidez, cuando se le pregunta por la medalla de bronce que ha logrado en la categoría de Pintura de Automóvil dentro de las Olimpiadas nacionales de FP, las Spainskills 2024 celebradas el pasado fin de semana en Madrid. «Este año había mucho nivel. Van los mejores de cada comunidad autónoma y ha sido una experiencia increíble», dice.

El equipo cántabro se ha traído a casa el bronce de Calera y otras dos medallas más en modalidades fuera de competición: en Cloud Computing, donde Sergio Alejandro Hernández, del IES Augusto González Linares (Santander), logró un oro; y en Robótica Colaborativa, donde Mª Carmen González y Miguel Ángel Santos, del IES Nuestra Señora de los Remedios (Guarnizo), consiguieron otro bronce. Un total de 27 estudiantes de Cantabria pertenecientes a diez centros educativos participaron en la última edición de las Spainskills y los resultados obtenidos no hacen sino «reflejar el alto nivel de la FP en Cantabria», fruto del trabajo de la Dirección General, del profesorado, de los centros y del alumnado», apuntó el consejero de Educación, Sergio Silva, que visitó a la delegación cántabra en Madrid.

A Calera, este bronce le «sabe a oro». También a su tutor, el profesor Carmelo González Hoyo, que le ha preparado a fondo en las instalaciones del instituto tarde sí y tarde también, puesto que su ya exalumno, que ganó la fase local de las Olimpiadas y con ello un puesto en la selección cántabra de FP, trabaja de mañana en el taller. «Muchas veces, las competiciones se deciden por detalles. Esta medalla es fruto del trabajo, es una gran recompensa», subraya González, que ha preparado ya a otros 'medallistas' del Fuente Fresnedo, y que agradece el apoyo recibido en cada edición de la Consejería, el centro y el claustro.

Las pruebas duraron tres días. Calera tuvo que aparejar, dar color y barnizar un capó recién salido de fábrica; 'enmascarar' un vehículo, o pintar y reparar una aleta, entre otras cosas. Se sintió cómodo en los ejercicios gracias, en parte, al ambiente olímpico, mezcla de compañerismo y competitividad. «Es un ambiente muy bueno. A quien tenga oportunidad de ir, que no lo dude».

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