Amica ya sopla 35 velas

El cumpleaños de la agrupación fue un emocionante repaso a algunas de sus conquistas más importantes. Por eso contó con algunos de sus protagonistas y valedores más importantes, con Javier Castillo, 'Poty', como maestro de ceremonias. Uno de ellos fue Paquita Fernández, primera secretaria de Amica y hoy responsable de Calidad y Comunicación, quien recordó los inicios del colectivo en Torrelavega: «Éramos un grupo de jóvenes profesionales, familias que creían que se podían hacer muchas cosas juntos». De ahí derivó un concepto clave en su ideario: la gestión compartida o, dicho de otra manera, «trabajar de manera conjunta desde el principio, con las familias, las personas y los profesionales para descubrir capacidades juntos».

Como responsable de Infancia en la asociación, Carmen Narváez sabe la importancia de ponerse esa meta lo antes posible. De ahí que insistiera en la necesidad de un rol «activo por parte de los padres como núcleo de desarrollo» para lograr una atención temprana. Pero no sólo eso: «Además de trabajar en el centro, nos propusimos utilizar los recursos de la comunidad como el parque, donde se desarrollan el resto de los niños, facilitando así la inclusión». Cada miembro suponía recordar una conquista distinta en la historia de los derechos de las personas con discapacidad. Es el caso de José Luis Murillo, director técnico de Soemca, una empresa clave para entender la labor de inclusión laboral desarrollada por Amica. «Uno de los éxitos más importantes fue la propuesta que hicimos a la Unión Europea para la aprobación sobre formación y empleo. Esto consiguió que las empresas pudieran contratar a personas con discapacidad», declaró el responsable.

Pero no todo fue una mirada hacia el pasado. La fiesta fue también una oportunidad para mirar hacia el presente y, con él, adelantar algunos de los proyectos que la asociación ya está preparando para el futuro. De esta presentación se encargó el fundador y director gerente de Amica, Tomás Castillo, que puso de relieve programas como el Campus Diversia, de Valencia; el proyecto para dar visibilidad a la discapacidad en los países de desarrollo, «que ya cuenta con un acuerdo de colaboración con Colombia»; el programa Life Stop Cortaderia, para evitar la proliferación de plumeros en todo el arco atlántico; o un parque dedicado a la prehistoria «con un objetivo tanto ambiental como social».

Y triunfalismo, el justo. Mercedes del Hoyo volvió a insistir al final de la fiesta: «Todo esto no quiere decir que no queden retos por abordar. Tenemos que saber que no hay cambio sin la participación de todos. Nadie se tiene que quedar atrás».

El presidente de Cantabria en funciones, Miguel Ángel Revilla, fue uno de los últimos en subir al escenario en la recta final del acto, y se comprometió a seguir apoyando a la asociación durante la próxima legislatura. «Amica forma parte de mi vida. Es un activo muy importante de Cantabria y hacemos todo lo posible», declaró, al tiempo que exigía un mayor compromiso por parte de la Administración central para que asuma el 50% de la financiación del gasto en dependencia. Según detalló, «supone para Cantabria un coste aproximado de 100 millones de euros, de los que sólo recibe 16 por parte del Gobierno central».

Por su parte, el presidente del Ateneo y exdirector de El Diario Montañés, Manuel Ángel Castañeda, expresó «el honor y el placer» de acoger el aniversario de la agrupación.

Y hubo más protagonistas. Personas fundamentales en cada una de las conquistas que Amica ha logrado en sus 35 años. Y si hay que resumir a todas en sólo unas líneas, Lorenzo Cerro, trabajador de Amica, fue, de largo, el más certero de todos: «Somos una familia cada vez más numerosa. Aquí nunca estás sólo. Tengo mis responsabilidades, hago talleres, aprendo cosas nuevas y aprendo sobre nosotros y nuestros derechos. A cuidarnos».