Angulas: escasas y a 500 euros el kilo

La primavera adelantada que se está viviendo en el comienzo del año ha perjudicado una temporada de angulas más restringida y con nuevas reglas. «Normalmente, la temporada tenía una duración de cuatro meses, de noviembre a marzo, pero en esta ocasión ha venido un recorte de Bruselas y la ha limitado a treinta días de actividad profesional dentro de ese periodo», añade Bayón. El último día de la campaña será el próximo 29 de febrero.

«Este año hemos tenido mala suerte: desconocíamos la normativa y no cogimos el mes de noviembre al pensar que los días de pesca nos iban a venir impuestos. Después, hemos tratado de buscar los días más apropiados para pescar, con las mejores condiciones, pero enero ha sido prácticamente de primavera y febrero, casi igual, así que nuestro mejor mes ha sido diciembre», explica.

El recorte comunitario viene marcado por la situación en que se encuentra la especie. Lo que Bayón no entiende es que en Francia, «que también pertenece a la Unión Europea», la temporada dura dos años y medio. «Y también nos hemos enterado de que en Cataluña se pesca noventa días», expone.

Este profesional, para quien la pesca de la angula es un extra a su oficio de mariscador de percebe, asegura que en los ocho años que lleva practicándola no ha notado un gran descenso en las capturas. «La gente que lleva más años cuenta que pescaban cantidades, pero hace ya tiempo que no es así. Un día puedes ir a angula y volver con 30 gramos, con 80 gramos... Una noche buenísima igual llegas a dos kilos, pero eso puede pasar, con suerte, una vez en toda la temporada».

La escasez de angulas también ha contribuido a que mantenga unos precios prohibitivos: pocas veces bajan de los 500 euros por kilo en la lonja, donde los pescadores están obligados a venderlas. «Va sobre todo para compradores asturianos. La cuecen, la envasan y la venden así», señala.

¿Está la especie en situación crítica? «Se habla de peligro de extinción, pero tanto como eso yo no lo veo, aunque sí haya habido una disminución importante. Para poner remedio, Bruselas marcó una serie de parámetros, como el control de aguas para eliminar la contaminación, la demolición de presas que impiden que la angula pueda subir a los ríos -al revés que el salmón, alcanzan la madurez en los cauces fluviales y van a desovar al mar, concretamente al de los Sargazos-, la prohibición de la pesca recreativa y, por último, la limitación de los días de pesca».

Bayón critica la campaña capitaneada por el cocinero Pedro Subijana para pedir la prohibición de la pesca de angula. «Nos ha hecho mucho daño. Yo a esa gente le diría que se informase: en Cantabria se practica una pesca totalmente artesanal, con un cedazo artesanal que no llega al metro de diámetro, cuando en Francia se hace desde barcos. con cedazos de ocho metros de largo que van arrastrando. Aquí, en Cantabria, podemos pescar media tonelada entre todos al año, y Francia tienen un cupo de 65.000 kilos», relata. El Nansa, el Pas, el Campiazo y el Deva son los únicos ríos de la región donde está autorizada la actividad.

Para dar un vuelco a la situación, los propios pescadores se han ofrecido a la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación para ayudar a repoblar. «Podríamos cogerlas fuera de los días de pesca y soltarlas arriba en los ríos, llevándolas primero a un vivero para que crezcan un poco». Es una propuesta que «se está estudiando», como la de abrir a la pesca las playas de Suances y Helgueras, en Noja. «Hacemos propuestas, nos escuchan y nos aprueban cosas, que es importante. Por eso estamos agradecidos al director de Pesca, Paulino San Emeterio, que está involucrado en todos estos temas».