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Santander
Sábado, 18 de noviembre 2023, 07:50
Hace un año, Victoriano Sáiz Ceballos (todo el mundo le llama Víctor), el mayor de los cuatro hermanos (los otros tres son Gerardo, Marián y Merche) y la cabeza visible de la empresa Transportes Victoriano Sáiz Echevarría (VSE) e Hijos, sufrió un ataque sin sentido que a punto estuvo de destrozar el trabajo del que vivían 85 familias ... . Algún o algunos desalmados quemaron gran parte de la flota de camiones que estaban aparcados en la explanada donde la empresa tiene su oficina, en Villanueva de Villaescusa. Con nocturnidad y alevosía, los desconocidos quemaron siete remolques y tres cabezas tractoras. Fue un duro contratiempo para los cuatro hermanos Sáiz-Ceballos y sus trabajadores. «Nos destrozaron. No sólo fueron las pérdidas económicas por todos los camiones quemados (casi 1,5 millones de euros), sino que psicológicamente fue un palo enorme». Cuenta que la familia «ya estaba tocada antes de aquello», ya que en 2019 murió su padre tras muchos años sufriendo demencia, y en 2021, falleció la madre, tras diez años sin poder moverse de la cama y con Alzheimer. «Los dos nos lo dieron todo a mis hermanos y a mí. Cuando nuestro padre nos pasó la empresa también nos pasó la responsabilidad que tenerla conllevaba. Nosotros lo único que hemos hecho siempre es trabajar duro. Por eso no entendíamos por qué nos había pasado eso a nosotros, ya que no teníamos ningún enemigo», cuenta Víctor, que ha logrado recuperar las ganas.
El empresario confiesa que este año toda la familia ha llorado mucho y también ha estado muchas noches sin dormir, «por no saber si podríamos pagar las facturas y las nóminas... pero aquí seguimos, aguantando y, poco a poco, recuperándonos de la gran pérdida que fue aquello», señala Víctor refiriéndose a los hechos que se produjeron en la madrugada del 14 de noviembre, cuando supuestamente unos desconocidos quemaron parte de la flota camiones y remolques que estaban percnoctando en el aparcamiento. En un primer momento, Victoriano, Gerardo y algunos vecinos de la localidad trataron de salvar del fuego alguno de los vehículos, pero la mayoría de los vehículos sucumbieron a las llamas. Tras una noche desoladora, una decena de camiones resultaron dañados: algunos por completo y otros o sólo el remolque o sólo la cabeza tractora o también la mercancía que transportaban.
La pérdida aproximada fue de de 1,5 millones de euros. Los seguros han pagado una pequeña cantidad, pero la mayoría del dinero ha salido de sus bolsillos. «Hemos invertido mucho dinero en nuevos camiones y en arreglar otros para salir adelante. Era darse por vencido o seguir y no podíamos dar la espalda a todos los que nos apoyaron. Teníamos una gran deuda con los compañeros del sector y los clientes, que nos echaron un cable cuando pasó. Y también con nuestros conductores, que se comprometieron a seguir con nosotros, aunque las circunstancias invitaban a salir corriendo más que a otra cosa», agradece Víctor.
La respuesta solidaria que les reconfortó en aquellos primeros momentos ha seguido durante los últimos doce meses. «Los clientes no nos han abandonado. Mantenemos los que teníamos y hasta hemos logrado ampliar nuestra cartera; los compañeros de otras empresas nos han ofrecido sus camiones y hasta su trabajo... », asegura Víctor, que reitera su agradecimiento por una ayuda que nunca pidieron, pero que supuso «el empuje necesario para no venirnos abajo».
Los que se puede decir que no estuvieron a la altura fueron los políticos y representantes de las instituciones. «Nosotros ni siquiera les pedimos ayuda, pero fueron ellos los que llamaron. Nos reunimos con ellos (con el expresidente Miguel Ángel Revilla y con el exconsejero de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio, Javier López Marcano) y nos dijeron que 'lo que nos hiciese falta' y que 'como no iban a ayudar a una empresa cántabra y con 83 trabajadores'. 'Lo dejo en tu manos, Javier'», fue lo que le dijo Revilla a su consejero en noviembre de 2022, según recuerda Víctor, que añade: «Sé que ellos ya no están, pero es que después de un año, ninguna institución nos ha echado un cable. Ni hemos recibido la ayuda del gobierno ni tampoco la esperamos», explica.
La empresa Transportes Victoriano Sáiz Echevarría e Hijos S. L. nació en 1967, gracias al esfuerzo y el trabajo de Victoriano padre (todos le llamaban Cuco) y su mujer Sagrario (Sagrarín). Cuarenta años después, en 2007, pasó a ser una S. L. de la que se hicieron cargo sus cuatro hijos. Esos primeros años, con España y medio mundo sufriendo una gran crisis económica, fueron muy complicados. Había pocos empleados y casi todos los hermanos tuvieron que subirse al camión, excepto Merche. La empresa empezó a crecer y a ampliar su cartera de clientes. El año pasado, cuando ocurrió el incendio, VSE tenía 85 trabajadores y 60 camiones en la carretera. Hoy, 365 días después, el número es similar. «Hay gente que se ha ido, pero también nosotros hemos contratado a nuevos chóferes. Ahora somos 83 y tenemos 60 camiones». Aunque aquel fuego «nos ralentizó» y las circunstancias económicas actuales no son las mejores para crecer, hemos incorporado a nuestra flota alguna cisterna más para transportar azúcar a Portugal, que hacía ya 14 años que no íbamos al extranjero, desde que yo me bajé del camión. Seguimos teniendo como cliente a Carrefour y tenemos como nuevo cliente otra cadena de alimentación nacional», comenta Víctor.
La investigación policial que puso en marcha la Guardia Civil para esclarecer los hechos y encontrar al culpable o culpables no ha avanzado mucho, pero sigue activa. Desde un primer momento, los investigadores trataron el hecho como un incendio intencionado, pero lo que no estaba nada claro era quién estaba detrás del delito y sus motivaciones. Se abrieron numerosas líneas de investigación: Se indagó si fue una represalia por parte de los piquetes ya que la empresa no iba a secundar la huelga de transportes que había sido convocada, otro de los móviles que se barajó al principio y que los hermanos Sáiz Ceballos negaron firmemente, fue que los propios dueños de la empresa hubiesen quemado los camiones para cobrar los seguros, también se sondeo la posibilidad de que el autor o autores fuesen gente de la competencia... «Lo único que tenemos claro es que fue intencionado fue gente vinculada de alguna manera con el sector del transporte. O bien lo hicieron ellos mismo o pagaron a alguien», destaca el empresario, al que la Guardia Civil lleva meses sin informar de algún avance. «Me imagino que será porque no hay ninguna novedad y no se ha detenido a nadie». La Benemérita ha informado a este periódico de que «las numerosas líneas de investigación abiertas tras el suceso, así como las pruebas que se recogieron en el lugar de los hechos, fueron remitidas ya al juzgado, pero la investigación todavía no se ha cerrado».
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