«Con 21 años no estás preparada para que el cáncer te paralice la vida»

Apasionada de la música, Drei ha sido quien ha impulsado la campaña de colaboración entre el Festival Sónica, donde actuó en la primera edición (2021), y el Instituto de Investigación de Valdecilla (Idival), a cuyos proyectos de Oncología irá destinada una parte de la recaudación. «Ojalá algún día nadie tenga que pasar por esto y el cáncer se convierta en una gripe, sería mi sueño», declara.

Ayer, en el anuncio de esa colaboración a las puertas del Hospital Valdecilla, insistió en que «hace falta mucha investigación, sobre todo en tumores tan infrecuentes como el mío. La detección precoz es lo que me ha salvado la vida y me ha dado un buen pronóstico». Mañana, viernes, terminará su segundo tratamiento preventivo. Será su última sesión de radioterapia. «Tengo muchas ganas de retomar mi vida, la música, el trabajo, de que me crezca el pelo...». Porque la enfermedad irrumpió «cuando estaba en lo que consideraba mi mejor momento, recién graduada en Traducción e Interpretación, ya con un trabajo» y proyectos musicales ilusionantes, que se vio obligada a aparcar.

«De repente», apareció aquel «bulto entre la axila y el brazo. Lo noté de casualidad mientras me duchaba, gracias a que ese día, en lugar de jabonarme con la esponja, lo hice con la mano. Ahí comenzó toda la aventura. Cuando mi médico de cabecera vio que ese bulto no se iba con antibióticos, me derivó a Valdecilla. Después de tres meses con pruebas, el 29 de julio me dijeron que tenía un sarcoma y en agosto me operaron. Fue todo muy rápido».

El tumor estaba situado «en una zona tan delicada», que temió incluso que las consecuencias le distanciaran de su guitarra. Pero incluso con el brazo en cabestrillo, un mes después de la intervención, ya estaba tocando en su habitación, con «la fuerza y la positividad» con la que ha decidido afrontar la enfermedad. Un proceso no exento de «altibajos», reconoce la joven, natural de Maliaño. «Con 21 años no estás preparada para que el cáncer te paralice la vida y te la cambie radicalmente, ya no sólo durante el tiempo de tratamiento, sino para siempre, tu mentalidad, tus miedos...», señala. Además, «el cáncer nunca viene solo, sino con algún atisbo de depresión, lo he pasado bastante mal, pero hay que seguir adelante».

En ese camino ha encontrado el apoyo «de gente fantástica, que está pasando por lo mismo, personas que sabes que te entienden, que tienen las palabras justas para cada momento. Te das cuenta de que no estás solo. El apoyo que encuentras en otro paciente oncológico no es el mismo que el que te da tu familia, es diferente y necesario, y yo quería serlo para otras personas», subraya. Igual que lo fue la sevillana Elena Huelva, «una persona a la que admiraba, que me sirvió de inspiración» y con la que precisamente guarda cierto parecido físico.

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A. R. G.

«Sí, me dicen mucho que me parezco a ella; de hecho, subí un vídeo en Tik Tok el día anterior a su fallecimiento y un montón de gente empezó a comentar 'descanse en paz', como si yo fuese Elena, porque me confundían físicamente con ella, lo pasé fatal. Si ya siendo paciente oncológico es inevitable pensar en la posibilidad de una recaída, porque hay momentos en los que te pones en lo peor... simular tu propia muerte a través del fallecimiento de otra persona fue muy duro», confiesa Drei, de quien su oncóloga, la doctora Ana de Juan, que la acompañó en la presentación, destacó su «generosidad» y su «valentía», «enfrentándose cara a cara con la enfermedad».