-U70822434915JTE-U904957094233g-1968x1216@Diario%20Montanes-DiarioMontanes.jpg)
Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver fotos
Un jueves 24 de octubre como el de hoy, pero de 1929, abría sus puertas la Casa Salud Valdecilla, gracias a la filantropía del Marqués, Ramón Pelayo de la Torriente. Aquel día cumplía años y hacía realidad el sueño de regalar a la ciudad un hospital moderno, rupturista, adelantado a su época, aunque en aquella inauguración fue el gran ausente por estar enfermo. Hoy, en el acto institucional celebrado en Valdecilla para conmemorar este 90 aniversario estuvo presente en cada uno de los discursos que se pronunciaron, con alusión irónica incluida por la coincidencia de la fecha con la exhumación de los restos de Franco: «Si no llega el dinero comprometido por el Estado para Valdecilla, igual hay que resucitar al Marqués...», bromeó el gerente del hospital, Rafael Tejido, tras la reivindicación lanzada instantes antes por el presidente del Gobierno. Miguel Ángel Revilla, advirtió que «si no llegan los 120 millones que faltan, y que están firmados, la armamos».
Sin el auspicio del Marqués no hubiera sido posible abrir «un hospital a la altura de los mejores centros europeos y americanos», recordó el gerente, que alabó «su visión» de futuro. «Muy bien asesorado», entre otros por Gregorio Marañón, uno de los intelectuales más brillantes de la España del siglo XX, Ramón Pelayo reunió a los mejores médicos de la época y creó la Casa Salud Valdecilla, bajo la dirección de Wenceslao López Albo y con la vista puesta en «el desarrollo científico». «Y en 90 años ha pasado de todo», reconoció Tejido, «incluidos los difíciles años de la Guerra Civil y la posguerra». Aunque se detuvo en «el suceso más trágico» que ha sufrido el hospital: el accidente del 2 de noviembre de 1999 que costó la vida a cuatro trabajadores. Aquel día hubo otro hito –añadió–, que fue «la cadena humana, silenciosa y multicolor de profesionales, familiares y enfermos» durante la evacuación del edificio en medio del caos que siguió al derrumbe de la fachada de Traumatología.
Noticia Relacionada
Para celebrar la efeméride, fueron convocados en el salón de actos de las Tres Torres todos los jefes de servicio y de sección, las supervisoras de enfermería y mandos intermedios en representación de la plantilla, un acto que contó con la asistencia del Gobierno en pleno. Y es que, en un gesto simbólico, por el peso que Valdecilla tiene para Cantabria, la reunión semanal del consejo de Gobierno se trasladó al corazón del hospital. Concretamente, al salón noble de la Biblioteca, con los cuadros de todos los gerentes que han dirigido el centro en estos 90 años como testigos.
«Si hiciéramos una encuesta entre la población sobre aquello de lo que se siente más orgullosa, estoy seguro (porque la gente me lo dice) de que los cántabros pondrían a Valdecilla. Y eso lo resume todo», apuntó en su intervención el presidente, «paciente habitual desde los 24 años», cuando tuvo la primera de su larga lista de intervenciones (riñón, colon, próstata...). «Es el mejor activo que tenemos y lo más querido. Los grandes medios tecnológicos con que cuenta son muy importantes, pero cuando uno entra en un hospital lo que más valora son las personas, el trato. Y la marca Valdecilla va ligada a la profesionalidad de gente extraordinaria», incidió Revilla. «Lo hacéis de maravilla». Por ello, recordó, «en salud estamos a la cabeza, con una nota del 8 en la valoración a los profesionales». «Y vamos a seguir apostando por esto».
Por su parte, el consejero Miguel Rodríguez subrayó que «Valdecilla es uno de los emblemas de Cantabria y uno de sus mejores patrimonios». El titular de Sanidad hizo hincapié en la «cuádruple función» que constituyó la marca de la Casa Salud Valdecilla, hoy Hospital Universitario: asistencial, docente, investigadora y preventiva, y que han mantenido a lo largo de estos «90 años de evolución» sus profesionales, «los que estuvieron y los que estáis», a quienes agradeció su «buen hacer».
También el vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga, centró su mensaje en el reconocimiento y la gratitud a los trabajadores de «este magnífico hospital» que recibe «muestras diarias de afecto por parte de los pacientes que pasan por sus instalaciones».
Publicidad
Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.