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Una de las aulas del IESMontesclaros, con los pupitres separados, ventilación constante y mascarillas para todos. María Gil Lastra
Todos a una ante el reto covid en el Montesclaros

Todos a una ante el reto covid en el Montesclaros

El centro ha adaptado horarios, accesos, recreos... El suelo es un gran circuito y las ventanas permanecen abiertas. «Nuestra vida ha cambiado»

Mada Martínez

Santander

Lunes, 21 de septiembre 2020, 15:53

La jefa de estudios María Gómez Sandoval viste este curso bata blanca. Necesita más bolsillos que nunca para transportar sus nuevas herramientas de trabajo. Palpa la prenda y va enumerando: en uno lleva el teléfono móvil, en otro un cuadernito, en un tercero guarda el termómetro...

Gómez es la coordinadora covid del IES Montesclaros de Reinosa, un instituto amplio, pasillos anchos, varios patios, grandes talleres para las prácticas de FP, más de 700 alumnos, 91 profesores, tres apoyos docentes; un instituto que, como el resto de centros educativos, ha cambiado espacios y rutinas para funcionar en este contexto covid nuevo e incierto. Se han escalonado las entradas y salidas; hay siete accesos de uso exclusivo; se mide la temperatura a diario; los alumnos permanecen las horas lectivas en sus aulas de referencia; no se usan los percheros ni se comparten los bolígrafos, las ventanas permanecen abiertas.

En el suelo del centro se ha trazado un enorme circuito con flechas amarillas y azules para regular así la circulación en pasillos y zonas comunes: 700 metros de cinta adhesiva, 275 símbolos y cartelería abundante en las paredes. El alumnado usa estos caminos para llegar al aula, al baño (que se abre con llave), al patio. Esta mañana uno de ellos camina por su carril y advierte de su presencia a un par de personas que invaden levemente su camino. «Cuidado», avisa el chico, «voy a pasar».

«Estamos satisfechos con el comportamiento de los alumnos. Hemos hecho un trabajo de sensibilización y concienciación muy importante»

Norberto GarcíaDirector del IES Montesclaros

«La comunidad educativa está trabajando para que todo salga bien. Los alumnos están respondiendo muy bien. Esto es trabajo de todos»

María Gómez - Coordinadora covid

La coordinadora observa la escena. «Los alumnos están respondiendo muy bien». Gómez disfruta de un breve receso a media mañana. No se concede muchos, admite, lo habitual es que esté haciendo anotaciones o atendiendo al teléfono móvil, su canal de comunicación con la inspección educativa. Encarnar el papel de coordinadora absorbe casi todo su tiempo, más de las horas que se asigna a los docentes que asumen el cargo. Organiza el acceso de 1º de la ESO; toma la temperatura, comprueba incidencias (por ejemplo, que un alumno acuda a la sala de aislamiento si se siente mal) y se las traslada a la inspección. Se comunica además con las familias, que necesitan resolver dudas, expresarse y que se han implicado con los protocolos. Coordinar es una tarea tan nueva como intensa para Gómez, pero cree que el instituto da pasos firmes: «Siento satisfacción por cómo está funcionando el centro. La comunidad educativa está trabajando por que todo salga bien. Esto es trabajo de todos. Siento orgullo por el trabajo realizado».

El Montesclaros comenzó las clases el día 14. Se rige, como debiera ocurrir con el resto de colegios e institutos, por un plan de contingencia, una hoja de ruta que sin embargo pueden cambiar, pulir si lo ven necesario. Sirve para que el centro funcione como algo parecido a un reloj.

El alumnado accede al instituto por una puerta concreta y en fila de a uno

Los profesores han asumido más horas para desdoblar grupos, y, por tanto, rebajar ratios

¿Se puede resentir la educación por el peso de las medidas anticovid? «Lo académico está por encima. Puede que en este curso vaya más lento, pero lo llevamos bien. Y los niños están respondiendo», responde Pilar Gómez Amez, profesora de Lengua en ESO. Son poco más de las diez y ella y varios compañeros se han reunido en una sala amplia, ventilada. Se sientan separados, la mascarilla puesta. La orientadora Beatriz López López comenta que el plan de contingencia está surtiendo efecto, que la convivencia en el aula incluso ha mejorado: «La esencia de la educación no se ha perdido. La normalidad absoluta es imposible, pero lo educativo sigue siendo prioritario. Y estamos cuidando mucho la educación emocional». A su lado está Javier Ruiz Gutiérrez, profesor de Educación Física. Ha reconvertido su asignatura: ejercicios individuales, al aire libre siempre que es posible, y retorno al aula antes de que suene el timbre.

Suena entonces la campana que pone fin al recreo. El alumnado se dirige a su puerta de acceso. Entran en fila de a uno, alguno se despista y los docentes lo corrigen. La imagen lleva a imaginar a decenas de 'beatles' cruzando el paso de cebra de Abbey Road.

María Gil
Imagen secundaria 1 - Todos a una ante el reto covid en el Montesclaros
Imagen secundaria 2 - Todos a una ante el reto covid en el Montesclaros

«Los centros son islas con protocolos rigurosos», indica Norberto García Moreno, director del Montesclaros, que esta mañana vigila que no se formen aglomeraciones. Hace un par de advertencias mientras insiste en la idea de que los centros ofrecen todas las garantías que permiten las circunstancias: «Los alumnos están más seguros en el centro que fuera -le parece irresponsable, por ejemplo, que se incite a la celebración masiva de San Mateo-. Los equipos directivos hemos trabajado mucho en julio y agosto, adaptando los centros a esta nueva normalidad tan complicada».

García se ha encargado de contar el protocolo grupo a grupo. «Hemos hecho un proceso de sensibilización y concienciación muy importante». La primera semana la dedicó a dar charlas en el salón de actos, remodelado cuando el exrey Juan Carlos I inauguró el curso 2009-10 en Reinosa. Su aforo se ha reducido a un tercio.

La convulsión covid llegó en marzo. El tercer trimestre transcurrió a distancia y el centro ya no pudo celebrar como hubiera deseado su 50 aniversario. Este curso tiene por delante alguna que otra renuncia, y, sobre todo, cambios, algunos tangibles como las mamparas o los dispensadores de gel, otros llamativos, como llegar a estar en el aula con el abrigo puesto ya que las clases transcurrirán con las ventanas abatidas, abiertas.

El Montesclaros ha logrado rebajar las ratios si bien no tanto como quisiera -Educación, incide García, tendría que haber hecho más esfuerzo en este sentido-, y el equipo docente se ve obligado a trabajar más horas para generar desdobles. El servicio de limpieza se ha intensificado, y los estudiantes ayudan en esta tarea. En FP, por ejemplo, desinfectan materiales y maquinaria al término de la clase práctica. «Están concienciados. Lo llevan mejor casi que nosotros», opina Jorge Cuevas, profesor de grado superior.

«Estamos satisfechos con el comportamiento de los alumnos», interviene García. El director les insiste en el hecho de que de su comportamiento depende también la salud de su entorno, del profesorado. La coordinadora covid coincide: «Los docentes estamos también en riesgo, claro está».

Hasta ahora el instituto ha registrado incidencias menores. García usa a diario la megafonía para agradecer su implicación al alumnado: «Lo estáis haciendo bien, sigamos así», les ha dicho hoy.

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