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Hacía meses que el cambio se venía anunciando: el fin de la Televisión Digital Terrestre (TDT) en definición estándar (SD). Se apagó el miércoles 14 de febrero y supuso la culminación de la transición a la alta definición (HD), pero la mayoría de los ... usuarios dejaron el cambio para el último día. ¿El resultado? Existencias agotadas. No hay televisores y mucho menos sintonizadores. «Hemos estado trayéndolos de todas las partes del mundo, y aún así no dábamos abasto», asegura Ernesto de las Heras, responsable del Bazar Canarias, en Santander.
Han vendido «unos trescientos desde el pasado día 10». Empiezan a respirar ahora, a finales de semana, porque desde que el pasado día de los enamorados se produjo el cambio, ha cundido el pánico entre los usuarios. «La gente sabía que el cambio estaba ahí. No es cuestión de que haya pillado a nadie desprevenido, pero mucha gente lo ha dejado para el último momento», argumenta Enrique Lera, responsable de Lera Electrodomésticos, también en la capital cántabra.
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Blanca Carbonell
Las grandes superficies presentaban ayer imágenes parecidas de estanterías vacías. «No hay sintonizadores de TDT HD. Están agotados», advierten unos carteles informativos. Lo mismo sucede con los televisores, porque muchos usuarios han optado por modernizar este electrodoméstico en lugar de ponerle un parche. «Pasa sobre todo con las televisiones de menos pulgadas. Las que la gente tiene en la habitación, en la cocina... Porque en el salón lo más normal es que se tenga una más grande que, por norma general, es más moderna», explica Lera, que confiesa haber vendido en esta última semana una media catorce aparatos diarios.
Lo que nadie esperaba era que el parque de televisiones español estuviera tan anticuado. «Nos ha cogido un poco por sorpresa a los comercios porque nadie pensó que hubiera televisiones tan viejas funcionando aún», expone Lera. «Hemos ido a instalar nuevos sintonizadores a televisiones de tubo, así que imagínate», cuenta el comerciante. Este problema no ha tenido dimensión parecida en otros países del entorno, donde el cambio se ha administrado sin estas compras en masa de última hora. «Es la suerte que hemos tenido y nos ha permitido traer sintonizadores de muchos lugares, como de Portugal. Lo bueno es que estamos haciendo el febrero porque se vende muchísimo», celebra.
Enrique Lera
Lera Electrodomésticos
El precio de un sintonizador nuevo ronda los 30 euros; pero a medida que pasaban los días, la importación de aparatos de lugares más lejanos ha encarecido el coste final hasta diez euros más. «Al final tienes que pagar el avión y el porte, porque te lo traen de cualquier lugar», detalla De las Heras desde el Bazar Canarias.
La segunda vuelta del problema viene ahora, cuando muchos usuarios se dan cuenta de lo complicado que puede resultarles manejar el nuevo sintonizador. «Es gente mayor, en su mayoría, que no acierta a manejarse con dos mandos. Además, por cuestión práctica, el mando de estos aparatos es muy pequeño y apenas se ven los botones, con lo que hay mucha gente que nos está devolviendo los adaptadores para pedirnos que les instalemos un televisor nuevo», informa Lera.
La Consejería de Fomento ha otorgado cerca de 300 subvenciones para la compra de estos dispositivos para los residentes habituales en viviendas que se encuentran en situación de riesgo de exclusión digital.
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