Aparece muerto uno de los búhos nivales que revoloteaba por Santoña desde noviembre

Sin embargo, la sorpresa ha llegado esta mañana cuando el ejemplar ha aparecido muerto en la zona de la plaza de toros, el mismo sitio en el que fue avistado la tarde anterior. A primera hora de la mañana el ejemplar ha sido trasladado por los agentes de Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente de Cantabria al Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre regional, en Villaescusa, donde los veterinarios se encargarán de hacer la necropsia y determinar la causa de la muerte que, por ahora, se desconoce.

El primer aviso lo dio una vecina a la Policía Local tras toparse con el animal durante su paseo matutino. Y posteriormente fue el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento quien se desplazó hasta el lugar y alertó a la consejería. «En cuanto vi el plumaje me di cuenta de que era el búho nival y no otro», ha señalado esta mañana. Aunque se desconoce qué ha pasado, al verlo, la sensación «es de como si se hubiera caído», ha añadido. Porque el animal ha aparecido en el suelo, desplomado, sin aparentes marcas físicas. Aunque, en cualquier caso, eso lo determinarán las pruebas que se realicen durante los próximos días.

Su presencia no es una novedad. Porque por la región se han dejado ver hasta tres búhos nivales en los últimos meses. Uno de ellos fue avistado en la Virgen del Mar, en Santander, un ejemplar que también fue trasladado al Centro de Recuperación donde murió horas después. En este caso, se encontraba desnutrido. «El ejemplar llevaba tiempo sin comer, con síntomas claros de inanición y mucho estrés», ha explicado el subdirector general de Medio Natural, Ángel Serdio. Y a falta de los resultados, parece que al búho le haya podido pasar lo mismo esta mañana. Son dos casos que «corroboran la idea que tenemos de que son ejemplares que se han escapado y no se trata de una migración excepcional», ha valorado Serdio, aunque todavía no se pueda asegurar ese extremo. No obstante, una de las pistas que invita a pensarlo es que, por lo ocurrido, el animal «no está adaptado a la vida en libertad».

Además también parece «increíble» que recorra la distancia que, se presupone, ha hecho y que «se avisten tres ejemplares a la vez». Y es que, precisamente, ese es uno de los motivos por los que ha generado tanto revuelo este búho. Aunque es habitual verlo en la gran pantalla, gracias a las escenas de la Piedra Filosofal y la Cámara Secreta de Harry Potter en el papel de Hedwig, es un hecho insólito encontrárselo en España, con una latitud tan baja con respecto a la suya (el Ártico). Una rareza que curiosamente se ha repetido dos veces en un periodo corto de tiempo. No obstante, parece que los ejemplares se dejaron caer primero por Cabo Peñas (Asturias) donde aparecieron en las mismas fechas en las que fue avistado en Santander el tercer búho polar. Claro que no hay certezas al cien por cien. Lo que sí es evidente es la enorme belleza de esta especie (Bubo scandiacus) y la curiosidad que despierta: medio centenar de personas desplegaron ayer sus trípodes en la misma acera del restaurante Asador Casa Emilia de Santoña para tomar fotografías y vídeos.