Aplauso final para una labor encomiable

Los aplausos sanitarios llegaron ayer definitivamente a su fin. Aunque durante las últimas semanas habían perdido fuerza –desde que llegó la fase cero y las franjas horarias para pasear–, todavía quedaban vecinos en diferentes puntos de Cantabria que no fallaban a la cita en los balcones. Con la llegada de la fase uno y un mayor abanico de actividades permitidas, la participación iba bajando sin que se determinase cuál sería el momento concreto en el que se dejase de aplaudir. Por eso, a principios de la semana pasada comenzó a moverse un mensaje por redes sociales para marcar el 17 de mayo como su «digno final». «Dado que se está difuminando, acabaremos este domingo con un gran aplauso. El mejor, el más largo y sonoro», rezaba el texto.

Y aunque el aplauso de ayer no fue tan multitudinario como los de las primeras semanas, sí se unió gente que lo había descuidado desde que comenzó la 'desescalada'. Se termina, así, uno de los símbolos del confinamiento y la crisis del Covid-19, una muestra de apoyo y solidaridad que nació en el momento más crudo de la enfermedad, cuando la curva de contagios aumentaba cada día y los sanitarios se sentían desbordados por el incremento de ingresados en los hospitales de todo el país.