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Vista de la entrada a la Administración número 1, en la calle Calvo Sotelo, en Santander. Roberto Ruiz
En busca del Gordo a última hora

En busca del Gordo a última hora

Lotería de Navidad ·

Algunos despistados y los que nunca tienen prisa apuran la compra del boleto de la suerte

Mariana Cores

Santander

Martes, 20 de diciembre 2022, 11:45

A dos días del sorteo de la Lotería de Navidad, las administraciones no dan abasto con los más rezagados, con los que «¡lo dejamos todo para última hora!», comentó con un humor un comprador mientras hacía cola. Pero luego vienen los disgustos, porque «ya no hay mucho donde escoger», aclaró uno de los loteros. Ruegos por un décimo terminado en 13, por el que juega toda la oficina, pero del que ya no queda ni rastro... ¡Anécdotas hay miles! Pero también están los que por superstición esperan al último día, al último momento, porque eso de vivir al filo les va.

Así lo contó Juan Herrero Cobo, de la Administración número 9, «siempre hay alguno que espera a que esté casi echando la persiana para comprar el último décimo. Creen que eso les trae suerte. También los hay despistados, que vienen el día 21 (mañana), pero no se dan cuenta de que tenemos que dar de baja todos los números, para que se pueda hacer el sorteo al día siguiente, por ello es complicado mañana».

«¡Hay que gente que nos suplica por un décimo en el mismo momento en el que está siendo el sorteo!»

Andrea Montes

Administración nº 5

«La última semana es más locura porque es cuando se cierran todas los décimos reservados»

Juan Herrero Cobo

Administración nº 9

«La cosa va bien, pero ahora no se compran tanto para regalar. Uno y por persona y ya es mucho»

José Luis Arrabal

Administración nº 1

Reconoce que la última semana «siempre es más locura porque es cuando se cierran todos los números reservados. Es la última oportunidad para estos décimos».

Y uno de esos es el que compra todos los años, desde hace 20, Emiliana Sumillera. Ella está abonada a un número que heredó de su consuegra, «ella compraba siempre el mismo. Un año, su marido, se cansó de que nunca les tocara nada y le dijo que cambiara, ¡con la mala suerte de que tocó! Así que recuperó la tradición y yo sigo con ella. Nos ha tocado algún reintegro y poco más, pero a estas alturas ya no lo voy a dejar».

En la Administración número 5, en la calle Burgos, Andrea Montes es una de las empleadas. Consideró que «las ventas están yendo muy bien. Yo creo que como antes de la pandemia. El verano, al haber hecho tan bueno, fue una locura. Después paró un poco, pero al llegar septiembre y haber tenido un otoño tan agradable, las ventas no han parado. Han ido muy fluidas».

El lunes ya se preparaba para «una semana movidita, porque los españoles somos muy de dejarlo todo para el último momento. ¡Hay gente que viene suplicándome por un décimo en el mismo momento que está viendo por la pantalla de la televisión de la administración que se está celebrando el sorteo! Se lo explicas, pero aún así, insisten».

«Todos los años compro el mismo número, que heredé de mi consuegra. Llevo 20 años haciéndolo»

Emiliana Sumillera

Santander

«Vengo buscando un décimo que acabe en 13. Lo malo es que, como todo, lo he dejado para lo último»

Yaiza Arozamena

Santander

«No suelo comprar y la verdad es que me da igual el número, pero voy a compartir este»

Javier Camarero

Santander

Merche Ramos ayer a media mañana hacía cola en una de las administraciones del centro de Santander. El motivo: «Mi hijo, que no encuentra por ningún sitio un décimo terminado en 9. A ver si yo tengo más suerte». Igual Merche le puede dar una alegría a su hijo, pero desde luego, Yaiza Arozamena no la tuvo. Ella fue quien contó a este periódico, mientras también hacía cola (en la Administración número 9, en el Paseo de Pereda), que «soy de las que lo dejan todo para última hora. Vengo en busca de un décimo que termine en 13». Pero minutos antes, el dueño de la administración, Juan Herrero, había confesado que de los números más solicitados, no quedaba ni rastro, como es el 13. Sin ninguna expectativa iba Javier Camarero, salvo la de tener suerte el día del sorteo, «me da igual el número que me den. Dejo que escoja el lotero», contó con toda tranquilidad y una gran sonrisa.

Aunque sin queja, José Luis Arrabal, de la Administración número 1, señaló que «la gente no compra con tanta alegría como antes, para regalar. Con un décimo les basta».

En general, los números no deben de ir mal en Cantabria, según le han ido diciendo a lo largo de los meses los responsables de los despachos, locales de restauración y demás puntos de venta a Ignacio de la Sierra, delegado de Loterías en Cantabria. Se han consignado a los puntos de venta de la región 52,5 millones de euros en Lotería de Navidad, lo que supone 2,6 millones más que el año pasado.

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